Otras líneas temáticas son reactivación económica y seguridad y prevención en riesgo de desastres. (Renzo Salazar)
Otras líneas temáticas son reactivación económica y seguridad y prevención en riesgo de desastres. (Renzo Salazar)

Tras la confianza congresal, el nuevo gabinete Aráoz hipotéticamente podría llegar sin mayores sobresaltos a marzo próximo, pues en el camino tiene varios grandes hechos distractivos (salida de Fujimori, repechaje con Nueva Zelanda en noviembre, llegada del Papa en enero), como que diciembre y enero son “medios meses” en la práctica (el ritmo baja bastante desde el 15 de diciembre hasta la primera quincena de enero) y el calor aquieta a la población en la costa, mientras las lluvias mantienen bastante ocupadas a las poblaciones de la sierra y selva. Salvo algo inusitado (otro Niño, escándalos), recién a partir de marzo comienza, por lo general, otra tónica política.

Sin embargo, el Mundial Rusia 2018 se inaugura a mediados del próximo junio –tendría que cuidarse marzo, abril y mayo– y acaba a la mitad de julio, casi empatando con Fiestas Patrias, otra fecha de modorra por las festividades (y gratificaciones) y de cierto impulso al gobierno de turno por el discurso presidencial. Luego, agosto y setiembre estarán dominados por la campaña política para las también distrayentes elecciones regionales y ediles del 7 de octubre, donde el Gobierno poco tendrá que ver. Así, si Aráoz es prudente y goza de buena suerte, su gabinete podría alcanzar el año de vida (mientras más rápido suelte a Fujimori, el tumbo malhumorado de los antifujimoristas la encontrará con menor desgaste y cosechará las simpatías de la población albertista, que no es poca en los estratos populares).

Sin embargo, siempre está lo inesperado. Al premier inglés Harold Macmillan le estaba yendo estupendo cuando un periodista le preguntó qué podría arruinar esa larga racha. Macmillan respondió: “Events, dear boy. Events”. A las pocas semanas, el escándalo Profumo acabó con su gobierno...

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