Enrique Castillo: Los parches no sirven

La violencia y la inseguridad serán los primeros problemas que tendrá que empezar a resolver el nuevo gobierno. Su verdadera oposición será la delincuencia, que ya tomó las calles y arrinconó a este gobierno, actuando con total libertad –por paradójico que suene–, impunidad y ferocidad.

Si la nueva administración gubernamental no hace retroceder a la delincuencia desde el inicio, mostrando resultados evidentes, el flamante gobierno se debilitará y perderá la confianza de la población. Y si eso sucede, la labor de cualquier grupo de oposición política será mucho más fácil. Caerán los ministros y la aprobación de la gestión.

Pero lo peor es que diariamente seguirán muriendo jóvenes, estudiantes, cambistas, padres de familia, y seguiremos escuchando que, si nos asaltan, "colaboremos nomás" entregando todo para que no nos maten.

Es decir, estaremos a merced de asaltantes y asesinos, sin que el Estado pueda hacer nada para brindarnos seguridad.

La gran pregunta es: ¿cómo se va a resolver el problema, si todos los que podrían llegar –nuevamente– al Ministerio del Interior ya tuvieron la gestión en sus manos y no pudieron hacer nada, con millones o sin ellos?

La solución al problema requiere primero una decidida voluntad política, y de tener claro que este es el principal y más grave problema que atraviesa el país entero. Se necesita también tener los pantalones bien puestos y las ideas bien claras, y no tener compromisos con nadie, porque, si se quiere solucionar este asunto, hay que meter a mucha gente a la cárcel, empezando por muchos de los encargados de brindar seguridad e impartir justicia en este país.

Pero lo principal es tener conciencia de que con medidas aisladas –como las que lanza este gobierno cada cierto tiempo, y como las que ha lanzado ayer– nada se va a conseguir.

Los parches no sirven. En este tema, el nuevo gobierno tiene que jugársela entera; si no, cae.