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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

¿Cuáles son los criterios con los que los candidatos hacen sus "jales" de campaña?, ¿qué es lo que realmente buscan cuando "barajan" los nombres?, ¿qué pretenden y qué logran cuando hacen el "anuncio"?

En este aspecto, las últimas decisiones de los candidatos a la presidencia se parecen cada vez más a los anuncios de los presidentes de los pobres clubes de fútbol profesional peruano: anuncian "jales" de jugadores sin saber de qué van a jugar o si realmente los necesitan para su equipo.

Basta que los reporteros les lancen nombres al aire para que los candidatos –como los presidentes de los clubes– digan que podrían estar interesados en ellos o que les encantaría tenerlos en sus filas.

Este ha sido el caso de la ex procuradora de Lavado de Activos, Julia Príncipe, a quien se quiere convertir en política a la fuerza; o de Marisol Espinoza, a quien todos se quieren "jalar", pero sin cotejar sus postulados económicos, por ejemplo.

Esto demuestra dos cosas. La primera es que algunos presidenciables no tienen ni colaboradores, ni militantes, ni operadores, ni posibles candidatos de renombre o de fuste dentro de sus movimientos o partidos, por lo que tienen que recurrir a buscarlos afuera o a sacarlos del baúl de los recuerdos.

Y dos, que no hay una verdadera preocupación por armar una estructura coherente, con personas ad hoc para cada posición, por lo que se coge "al vuelo" el primer nombre que pueda sonar popular o que parezca beneficioso para la candidatura.

Hasta ahora, cada "jale" ha sido un anuncio, al que solo le ha faltado la foto con la camiseta del partido o movimiento. ¿Se quería y se quiere lograr un mayor impacto con cada presentación? Si vemos las encuestas, más anuncios no han significado más puntos en la intención de voto.

En algunos casos ha ocurrido lo contrario. Algo les está fallando. Y tal vez sea la coherencia y la consistencia. Además de un buen análisis de costo/beneficio y de oportunidad. No se trata de "jalar" por "jalar".