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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Economista

En estas últimas semanas me ha tocado ser jurado de premios importantes que tienen que ver con empresas y empresarios innovadores, con sostenibilidad en sus negocios y con responsabilidad social. He aprendido mucho de lo que hacen las empresas, grandes y pequeñas, para relacionarse mejor con su entorno, para desarrollarse, seguir creciendo y lograr sostenibilidad. Sostenibilidad económica, pero también social.

En uno de los premios, encontré esfuerzos e innovaciones para mejorar la operación de las empresas que, a su vez, se tradujeran en más y mejores oportunidades para sus proveedores, colaboradores y clientes. La clave era innovar, era releer el negocio, sea cual fuere su sector, con una mirada fresca, buscando soluciones disruptivas para los cuellos de botella que toda empresa enfrenta. El compromiso con la innovación, atado a un franco conocimiento de socios –proveedores, clientes, colaboradores, entorno social– les ha permitido innovar a partir de las condiciones de sus entornos, y sumar a su desarrollo. Innovaciones pequeñas que mejoran atención a clientes, innovaciones grandes que cambian la manera de insertarse en una cadena de valor estuvieron presentes en los casos premiados. Mucho que aprender de estos innovadores. Bodegas que pasan a ser minimarkets, agua embotellada que es más que agua, negocios con causa social y con éxito comercial basados en la adaptación, creación y uso de nuevos recursos. Negocios que pasan en Mazocruz en Puno, en Lima, en las Lomas de Lachay y en Nueva Morococha.

En otro premio, orientado a prácticas de responsabilidad social, me sorprendió el proceso de profesionalización de estas iniciativas, todas con indicadores de impacto, progreso y esquemas de seguimiento. La mayor parte de ellas con un claro propósito de intervenir en áreas relacionadas a su negocio. Hay un cambio en estos esfuerzos de responsabilidad social, vemos más inversiones de impacto que son –en mayor o menor medida– parte del propio negocio de las empresas, que buscan alcanzar sostenibilidad y que parten de una clara intención de llegar a actores o afectar procesos de manera efectiva, y vemos menos acciones sociales puntuales, discrecionales y sin sostenibilidad.

Muchas de las iniciativas presentadas a estos premios, Premic y Perú 2021, dan cuenta de cómo las empresas, sin importar su escala, están apostando por incorporar en sus procesos hacia la sostenibilidad, la innovación y la responsabilidad social como parte de su propio negocio. Los casos premiados muestran el aporte del sector privado a la inclusión, sin que ello afecte negativamente el crecimiento del negocio. Estas experiencias son una buena manera de hacer visible el aporte de las empresas al objetivo de incluir para crecer.