El marco macroeconómico multianual (en adelante, MMM) es un documento preparado por el MEF, y luego ratificado por el Consejo de Ministros, que contiene las proyecciones de las variables macroeconómicas para los siguientes cuatro años y los supuestos en las que se basan. Se presenta todos los meses de agosto y luego, en el mes de abril del año siguiente, se actualizan las proyecciones.
Hace una semana se presentó el MMM correspondiente al período 2025-28. ¿Qué novedades trae? Primero, respecto al crecimiento económico, se espera que la economía peruana crezca 3.2% este 2024 y en torno de 3% en los siguientes tres años. Como lo he comentado en otras columnas, no es suficiente para crear empleo y bajar pobreza. Hagamos una analogía: la Selección Peruana de Fútbol depende de ganarle a la de Argentina 4 a 0 para ir al mundial. Imaginemos que gana 3 a 0. No está mal, pero no va al mundial. Eso es lo que significa 3% de crecimiento.
La principal razón está relacionada con el lento crecimiento esperado de la inversión privada, que aumentaría en torno de 3% tanto en 2025 como en 2026. La consecuencia será un aumento del consumo privado que apenas llegará también a 3% en ambos años. Recordemos que el consumo privado representa 65% de la demanda interna y creció por encima de 5% anual entre 2010 y 2019. Al aumentar poco la inversión, lo mismo ocurre con el empleo, los ingresos y el consumo privado. La inversión pública, que representa 20% de la inversión total, solo crecería 6% en 2025 y 0% en 2026.
Hasta aquí, dos claves. Primero, el crecimiento económico se mantendrá lento. No logramos salir de la trampa de crecimiento de solo 3%, que no es suficiente para tener logros sociales. Segundo, el lento aumento del consumo impedirá un crecimiento de las empresas en el Perú, en especial las mypes, que son la inmensa mayoría. Esta combinación de factores puede incidir en un crecimiento del endeudamiento con las peligrosas consecuencias que eso trae. Si no hay más empleo, las personas seguirán endeudándose. A mediano plazo, sin reformas no habrá salida a esta situación, a menos que venga un empuje desde el exterior, como ocurrió con el auge de China entre 2003 y 2011 que permitió que Perú creciera 6% anual en promedio.
Un frente que podría ser considerado un problema es la posición fiscal. La regla fiscal indica que el déficit fiscal no debería ser mayor que 2% del PBI. Sin embargo, la trayectoria actual muestra que este año cerraría por encima de 3% del PBI. No es una buena señal. Ahí se necesitan reformas y no medidas paliativas. Esto no significa que el déficit fiscal en Perú será el mayor de la región; todo lo contrario. Lo que ocurre es que, cuando anuncias una regla y no la cumples, pierdes credibilidad. Y eso se manifiesta en mayores tasas de interés para préstamos futuros. De acuerdo con el documento, y bajo supuestos, en mi opinión exagerados, la meta se alcanzaría recién en 2026.
En síntesis, crecimiento económico lento en los siguientes años. Inclusive, la cifra de crecimiento de junio (0.21%) hace difícil lograr el estimado de 3.1% del mismo MEF para este 2024. La razón es que la inversión privada crecerá poco. Y con ella se explica el comportamiento del empleo y el consumo privado. Sin reformas no hay alternativas. Seguiremos en crecimientos lentos. Agregaría el excelente rol del BCR, que consigue la estabilidad, tanto monetaria como cambiaria, lo que no es poco. Sin reformas que impulsen la productividad y la oferta de la economía, no habrá paraíso.