El próximo domingo 26 de enero, las peruanas y peruanos elegiremos a nuestros representantes ante el Congreso de la República. Como en esta oportunidad no hay candidatos a la Presidencia, el arrastre de una candidatura presidencial no existe; esto, como todo en la vida, tiene ventajas y desventajas.

Tiene una ventaja porque, al estar separada de la elección presidencial, podemos hacer un verdadero equilibrio de poderes, pero tiene una desventaja porque la campaña ha sido muy corta, atravesada por las fiestas de fin de año y recién a una semana de las elecciones, la ciudadanía está tomando consciencia de que tiene que votar y está pensando qué número escribirá en la cédula.

Vamos a aprovechar para recordar que, para que el voto sea válido, debe marcar solamente un símbolo, y los números que desee escribir deben ser del mismo partido. Recuerde que si marca dos símbolos, su voto será nulo.

Entonces, en esta semana que queda, piense, investigue, pregunte; no se conforme con la propaganda, busque usted los antecedentes, sepa qué ha hecho antes, cómo se ha ganado la vida, cómo trata a su pareja, si cumple con sus hijos e hijas.

La responsabilidad que tenemos al frente es muy grande, esta no es una elección menor, la reforma política estará en manos de los próximos congresistas y, con esto, la manera en que elegiremos a nuestras autoridades en el futuro; este Congreso será la antesala del bicentenario.

Por eso peruana y peruano, ponte el alma, tómate un tiempo, cierra los ojos, colócate la bandera peruana en la espalda y busca a una buena persona, a quien puedas mirar a los ojos y te corresponda.


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