Sobre Toledo pesan dos órdenes de prisión preventiva por 18 meses dictadas por el Poder Judicial, una por el Caso Odebrecht y otra por el Caso Ecoteva. (Foto: GEC / Video: TVPerú Noticias)
Sobre Toledo pesan dos órdenes de prisión preventiva por 18 meses dictadas por el Poder Judicial, una por el Caso Odebrecht y otra por el Caso Ecoteva. (Foto: GEC / Video: TVPerú Noticias)

No es difícil adivinar, de todos los expresidentes investigados por el equipo especial Lava Jato, quién la ha pasado mejor hasta ahora, sin haber puesto un pie en los tribunales y mucho menos haber sido huésped, ni por una hora, de la carceleta del Palacio de Justicia, es Alejandro Toledo.

Pese a su ausencia física, no ha dejado de aparecer una y otra vez en documentos, interrogatorios y delaciones premiadas, especialmente en las de Jorge Barata y Josef Maiman. Al día de hoy, se sabe que el departamento de coimas de Odebrecht le habría pagado, en total, la bicoca de 31 millones de dólares por sobornos relacionados con obras públicas.

Las pruebas son contundentes. Como se señala en esta edición, Estados Unidos, en donde Toledo se encuentra prófugo, ya no tiene motivos para denegar la extradición al Estado peruano y debería entregarlo para que responda ante las autoridades del Perú. La Cancillería, a su vez, debe exigir a sus abogados en ese país no perder de vista el trámite y apurar el proceso de extradición.

El personaje, que llegó a la Presidencia como ejemplo provinciano de superación personal y mejor alternativa para restablecer el imperio de la democracia, luego de los tiempos de dictadura en los que el país cayó en manos de una cleptocracia, terminó su carrera política pocos años después, fugado al extranjero ante la proliferación de denuncias en su contra, las que repelía con argumentos irrisorios.

Refugiado en los EE.UU., todavía se da el lujo de alimentar más la saga de épicas borracheras que, iniciadas durante su candidatura –recuérdese la presunta encerrona en el hostal Melody– y continuadas en su mandato presidencial, tejieron la leyenda negra del hombre de Cabana. Aparte de los reiterados desmentidos sin otro argumento que su airada palabra, la única noticia suya que ha recibido el Perú en los últimos meses es la de su arresto por desorden público durante otra tranca de proporciones, en las inmediaciones del bar donde había estado bebiendo, en el condado de San Mateo, California.

Ya con las declaraciones cruzadas de Barata y Maiman, queda poco que agregar respecto a la responsabilidad de Toledo en las coimas de Odebrecht durante su gobierno.