El dilema de Muñoz y un final abierto

Octubre de 2015. Luis Castañeda Lossio pedía la renuncia de Alonso Segura al MEF por “sabotear” la reforma del transporte. La verdad era que la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) había incumplido una norma vigente desde 2008 por la cual cualquier contrato de concesión debía contar con la opinión favorable del ministerio.

Segura le respondió a Castañeda públicamente. Negó que renunciaría y advirtió que, en su momento, la Contraloría tendría que pronunciarse sobre los contratos suscritos durante la gestión edil que en ese momento lo retaba, pero también los firmados por la administración antecesora, la de Susana Villarán.

Un documento fechado en marzo de 2017, cuando Alfredo Thorne era la cabeza del MEF, da cuenta de una nueva consulta hecha por la municipalidad sobre la posible nulidad del contrato de Nuevas Vías de Lima, suscrito en enero de 2013.

La carta dirigida a Jaime Villafuerte, gerente de Promoción de la Inversión Privada, insiste en que la MML “incumplió el marco normativo”.

Sin embargo, añade textualmente: “A la fecha (marzo, 2017) conforme lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley No. 27444, la adjudicación del contrato se presume válido en tanto no se declare su nulidad por la autoridad competente”. Para todos los efectos, según el documento firmado por Camilo Carrillo Purín, director general de Política de Promoción Privada del MEF, esa era la municipalidad metropolitana.

Tremenda papa caliente heredada por el actual alcalde Jorge Muñoz, quien deberá evaluar desde resolver la concesión por interés público (si se firmaron adendas en perjuicio del Estado) hasta ir a un arbitraje. ¿Y la palabra del mudo?