Yaneth Navarro. (PNP)
Yaneth Navarro. (PNP)

La decisión de aplicar una prisión preventiva de 30 meses a la azuzadora amiga de Pedro Castillo, Yaneth Navarro, demuestra una firmeza y una prontitud que no siempre se aprecia en el Poder Judicial y que la ciudadanía debe saludar.

Primero, porque los argumentos de la magistrada a cargo de la decisión se basaron en pruebas presentadas por la Fiscalía, como audios, cuadernos de anotaciones y grupos de WhatsApp, que demostraban que Navarro realizó coordinaciones sistemáticas con el entorno del golpista Pedro Castillo, sobre todo con una hermana de este, para azuzar las violentas protestas que, en numerosos casos, terminaron con locales públicos y privados destruidos, aeropuertos tomados, comisarías incendiadas.

Nada que ver con aquella figura que algunos alegan, que se trata de una inocente maestra que apoyaba las movilizaciones por su cuenta, de pura buena gente, sin ningún interés político. Además de azuzar y llevar las cuentas de los gastos para las violentas marchas, la ahora recluida Yaneth Navarro informaba directamente a Gloria Castillo Terrones, hermana del exmandatario, sobre las acciones que estaban llevando a cabo en represalia por la vacancia, entre ellas tomar de rehenes a dos policías.

En segundo lugar, la resolución de la jueza sienta un precedente para frenar la violencia política en las calles cuando las marchas de protesta se desbordan y los manifestantes dejan de ser tales y comienzan a atacar a la Policía y a atentar contra la infraestructura urbana o la propiedad ajena.

De hecho, ya se había procedido de la misma manera con un grupo de cobardes que, colados en la presunta anonimia de una turba enfurecida, apedreó un bus de servicio público en el Cusco, sin que les importara la condición o la edad de sus ocupantes.

En la región de Ica se logró también apresar a otra manga de belicosos por bloquear las vías y hostigar luego a las fuerzas de seguridad que llegaron para limpiar la pista y franquear el paso a las decenas de vehículos que esperaban no muy lejos de ahí.

Ese es pues el camino: identificación y sanción inmediata. Existe ya la tecnología para identificar a los malvivientes y extremistas que se embarcan en estos arrebatos de destrucción y violencia brutal.

Y ya que no hay liderazgos visibles, lo mejor es detectar a quienes –como siempre– están detrás de los tumultos más cruentos y mueven sus hilos desde la sombra.