Respecto de lo primero, las causas tendríamos que encontrarlas cuando los institutos policiales de entonces, Guardia Civil (GC), Guardia Republicana (GR) y Policía de Investigaciones del Perú (PIP) se vieron involucrados en la lucha contra la subversión terrorista, antes del ingreso de las FF.AA. Los batallones contrasubversivos de los Sinchis y los Llapan Atic fueron los primeros en aprender en el terreno la lucha contra el senderismo con una estrategia equivocada, creyéndose una fuerza de ocupación en nuestra serranía convulsionada. Posteriormente, vastos contingentes policiales se incorporaron a las "patrullas combinadas" junto con los soldados del EP. De allí aprendieron del rigor de la disciplina militar y de los excesos de la guerra sucia, entre ellos gozar de la impunidad. También la complicidad con sus superiores y el falso espíritu de cuerpo.