La crisis de agua en Arequipa y la política

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Al igual que faltan carreteras, antenas de celulares y obras de infraestructura, en el Perú faltan represas. Agua sobra y sobrará. Seguimos viéndola ir al mar aún en este pobre año de lluvias. De hecho, nuestra ubicación y geografía nos vuelven ricos en agua dulce.

Hemos crecido mucho en producción agroindustrial y la demanda de agua crece. No obstante, nuestras autoridades no entienden que es imperativo hacer represas. Prefieren refinerías…

La agroexportación ya pasó de largo a la pesca y cada vez se acercará más a la exportación minera si le damos más agua.

La administración 2006-2011 presentó al país, para su desarrollo, el Proyecto Majes-Siguas II. Pero la política menuda lo detuvo.

Si hoy que llueve en la vertiente oriental de los Andes del Sur (Cusco o Puno, por ejemplo) y apenas lo hace en la vertiente occidental (Arequipa), ya estaría implementada esta iniciativa, el sistema del Colca tendría el riego que hoy no tiene.

Pero como siempre, los políticos peruanos y "actores sociales" impregnados de intereses egoístas no han permitido que esta obra se materialice. La crisis de agua de Arequipa, severa por donde se le vea, es solo una nueva manifestación de lo que serán las recurrentes crisis de agua en Perú.