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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La productividad provee un simple pero poderoso indicador de la eficiencia económica. Una publicación del Conference Board, referida a la evolución de la productividad global, da importantes luces sobre la vulnerabilidad del crecimiento en el Perú.

Según el informe, los países emergentes experimentaron, en promedio, una mayor desaceleración en su productividad que los desarrollados, a pesar del mayor crecimiento de los primeros. Pero más interesantes son los resultados obtenidos para América Latina, región en la que los niveles de productividad laboral fueron superiores a los de Asia y África. El informe explica este hecho en la abundancia relativa de capital con relación al trabajo.

Una mirada acuciosa a la estadística presentada por cada país crea indicios de consideración sobre la vulnerabilidad de la economía peruana. Mientras que durante el período 2007-2012 la productividad laboral de nuestro país se ubicó en el olimpo global (únicamente detrás de China e India), los estimados para el 2013 ubican al Perú en la cola de la tabla, de lo que se infiere que la productividad laboral peruana es una de las más volátiles del mundo.

Dado el enorme atractivo del Perú, la inversión llovió durante el reciente ciclo expansivo, lo que habría abonado en ubicarnos como uno de los países con mayor abundancia relativa de capital por trabajador (formal) y, por lo tanto, con el mayor crecimiento en productividad.

El informe se refiere a las debilidades de América Latina como la inadecuada infraestructura, altos impuestos al empleo y lentas mejoras en las capacidades de los trabajadores.

Aunque estos factores determinarían la productividad laboral estructural, no explican su volatilidad; esta puede entenderse por la trayectoria de la inversión.

Así, si bien la reforma laboral es clave para mejorar la productividad en el largo plazo, la recuperación de la inversión tiene un doble beneficio: engrana el crecimiento de corto con el de largo plazo.