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A su altura
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“Una ciudad para nosotros, para poder salir a la calle solos y comer muchos dulces” fue lo que dijo mi hijo de seis años cuando le explicamos qué era la “ciudad de los niños y niñas” promovida por Francesco Tonucci. El maestro Tonucci nos habló, en la quinta edición del Foro Internacional de Intervenciones Urbanas #FIIU5, sobre la obligación de restituir la ciudad a los niños y niñas, la importancia de calles seguras, el valor del juego en sus vidas y cómo la escuela (pospandemia) deberá enfocarse en aquello que realmente ha hecho falta. Y no, no se refería a matemática o a lecciones de gramática, sino al juego entre pares, la socialización y los deportes.
Desde Urban 95 –y su capítulo local Lima 95– (un proyecto de la Fundación Van Leer), nos plantean el tremendo reto de diseñar ciudades “a la altura” de los niños y niñas con especial énfasis en los menores de 3 años y sus cuidadores. Aún recuerdo el primer paseo en coche con mi hija recién nacida y lo insegura que me sentía, lo agresiva que se me presentaba la ciudad con el ruido de los autos, las bocinas del camión de construcción y los desniveles y huecos en la vereda. Luego, me acostumbré e hice que mis hijos se acostumbraran a una ciudad que no los merece.
Por ello, en este #FIIU5 se contó con espacios dedicados íntegramente a la infancia en las ciudades incluyendo #ElForito, co-organizado por la Municipalidad Metropolitana de Lima y la Red de Niños y Niñas, donde niños y niñas de México, Argentina y Perú compartieron sus preocupaciones y esperanzas. Es así que, dando la voz a millones de niñas y niños latinoamericanos, Natalia, Mathias, Nadexhda y Víctor (consejeros de la Municipalidad de Lima), Sofía, Giuliano, Natalia, Emilia y Santiago (Argentina) y Sofía y César (México) nos hicieron saber que podemos y debemos transformar nuestras ciudades. Y, a la vez, hicieron sentir orgullosos a sus familiares, como lo demuestran los mensajes cariñosos que dejaban sus abuelitos en redes sociales. También escuchamos la voz fuerte de María Fernanda, una adolescente poderosa que es presidenta de la organización Lucha Juvenil por la Igualdad, que reclama espacios libres de acoso sexual callejero, y de Ignacio, que cumple con convicción su responsabilidad como guardián del Pantano de Villa en la Autoridad Municipal de los Pantanos de Villa.
Una ciudad a la altura de los niños y niñas no es solo una que tenga equipamiento para que los bebés y los más pequeños puedan sentirse incluidos, ni tampoco basta con espacios de juego seguros y accesibles. Lo más importante es que se les reconozca como ciudadanos, con derechos plenos que les sean garantizados siempre.
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