Carolina Trivelli: Pobreza 2015

La pobreza ha seguido descendiendo. El reporte del INEI mostró hace pocos días que se mantiene la tendencia en la reducción de la pobreza. Como era de esperarse, la caída es cada vez menos pronunciada porque la tasa de pobreza es menor. Cada punto adicional de reducción será más difícil de lograr. La pobreza que va quedando es la más dura y compleja de enfrentar.

A diciembre del 2015, la pobreza alcanzó a algo menos del 22% de los peruanos y la pobreza extrema –la indigencia– a cerca del 4%. La sostenida reducción de estos indicadores es una buena noticia. De seguir así, en el 2016 se podría cerrar el quinquenio con una tasa de pobreza cercana al 20%, y con ello deberíamos proponernos llegar al 15% en el bicentenario.

Tres asuntos que resaltar de los resultados de la medición de pobreza del 2015: primero, que se registra una reducción significativa en la brecha de pobreza rural y de la pobreza en la sierra. Esto quiere decir que quienes aún se encuentran en situación de pobreza están más cerca (por debajo) de la línea de pobreza y por ello, a pesar de seguir pobres, están en una senda de progreso. Los pobres rurales y los pobres en la sierra están cada vez más cerca de dejar de serlo.

Segundo, Huancavelica y Amazonas, que en el 2014 mostraron retrocesos, se han recuperado. Luego de una crisis causada por factores estacionales –clima y problemas con algunos cultivos– ambas regiones han retomado una senda de mejora y presentan reducciones importantes en sus niveles de pobreza. En similar situación se encuentra Ayacucho. Cajamarca, por el contrario, muestra un estancamiento.

Tercero, si miramos la distribución de los cambios entre 2014 y 2015, encontramos que el mayor cambio se concentró en los estratos más pobres del país. Es decir, el consumo del 40% de los peruanos más pobres creció a un mayor ritmo que el de los estratos más acomodados. Es lo que se puede llamar crecimiento con inclusión.