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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Fritz Du Bois,La opinión del directorEsta semana, nuestro mandatario nos ha recordado en un par de ocasiones la sugerencia que el rey Juan Carlos le hiciera hace algunos años al entonces presidente venezolano. La primera ocurrió cuando saludó la propuesta del gobierno español para dejar sin efecto las visas para turistas a Europa, diciendo que eso permitirá que puedan ir a trabajar, lo que estaba no solo equivocado sino que incluso sería ilegal ya que no estarían autorizados.

Con lo cual no sería extraño que el próximo año, cuando el pedido sea analizado por el resto de países europeos, alguien que quiera rechazarlo recuerde esa declaración para resaltar el riesgo de aprobarla ante la probable intención laboral de los peruanos. Así que no nos hagamos ilusiones, no podemos descartar que tengamos que seguir haciendo cola en los consulados.

Luego, asediado por los reclamos de los arequipeños ante la caída en la recaudación del canon, trató de explicar que no era culpa del Gobierno, argumentando que se debe a que la crisis ya nos había llegado. Y creó con ello la sensación de una inminente recesión o de un deterioro de la economía que se habría estado ocultando.

En realidad, si bien el temor que generó fue desproporcionado, la declaración la realizó en un momento inadecuado. El Gobierno debería de estar más bien abocado a recuperar la confianza del consumidor y del empresariado –para revertir la desaceleración– en lugar de estar haciendo exactamente lo contrario, asustándolos.

Así que al final de una semana poco feliz en comentarios del mandatario hemos quedado añorando sus silencios prolongados. En todo caso, habría que sugerirle que no sea tan apresurado como jefe de Estado, a diferencia del resto de ciudadanos, él no tiene el beneficio de poder desdecirse cuando se equivoque declarando algo. Más aún, todo lo que diga siempre le será refregado, por lo cual debería de tener un poco de cuidado.