Beto Ortiz: Patrona de los reclusos
La última campaña electoral fue una olimpiada en que los candidatos competían prometiendo severísimos castigos, seguros de que ganaría aquel que ofreciera el más draconiano: cientos de años de cárcel, cadenas perpetuas sin beneficios, cárceles a cuatro mil metros de altura, en fin. Lo único que faltó fue prometer mutilaciones y fusilamientos. La designación de Marisol Pérez Tello –vieja amiga de las personas privadas de su libertad– como ministra de Justicia es una gran noticia para la comunidad penitenciaria y para todos los que creemos que este país necesita entender, de una vez por todas, que justicia no es igual a venganza. Prendemos todas nuestras velas a la Virgen de las Mercedes para que Marisol sea la persona que pueda por fin lograr la revolución que necesita el sistema carcelario peruano. Dime cómo tratas a tus presos y te diré qué clase de país eres. He aquí algunos de los horrores que tendrá que enfrentar.