Apoyo ciudadano.
Apoyo ciudadano.

Las fuerzas de seguridad, contando con el apoyo decidido de la ciudadanía, lograron desbloquear un tramo de la Panamericana Sur, a la altura del sector denominado Barrio Chino, en Ica, después de 11 días de permanecer ilegalmente cerrado.

El operativo merece destacarse por dos factores. Lo primero, que fue tan bien planificado por el Ejército y la Policía que hasta hubo una primera etapa de diálogo y advertencia a los belicosos que no dejaban pasar a los vehículos, como parte de su malhadada estrategia de protesta en la zona. Así, el retiro de las piedras y demás obstáculos en la pista se produjo luego sin mayores indicios de violencia.

En segundo lugar, porque contó con el apoyo de la población que vive en los alrededores. Ciudadanos hartos ya de ver cómo se malograban los productos perecibles que comercian para sostener a sus familias y cómo el hambre, el desabastecimiento, las enfermedades, comienzan a asomar en sus horizontes. Además de, por supuesto, las vidas que se ponen en peligro durante los enfrentamientos, sin posibilidad casi de contar con una asistencia médica adecuada en caso de necesitarla con urgencia. Como es sabido, los disturbios se han ensañado también con ambulancias y personal de EsSalud.

Los oficiales al mando tuvieron el buen tino de obrar de ese modo para desactivar a los vándalos. Y lo que es mejor, que al hacerlo no escalara la virulencia de las refriegas. La respuesta al acoso del terror y la violencia en las calles no puede limitarse a lo militar o policial, la respuesta debe ser asimismo social y política.

Como se demostró en tiempos de la lucha contra el terrorismo en la década de los noventa, la acción conjunta de las poblaciones afectadas y las fuerzas de seguridad es lo que mejores resultados ofrece para detener los hechos de violencia cuando esta se desborda.

Un esquema que debe replicarse en otros puntos de las vías nacionales –son cinco las regiones afectadas por bloqueos similares– aún en poder de los revoltosos, y en perjuicio de ciudadanos que necesitan trabajar y circular.

Y la ciudadanía se ejerce también apoyando pacíficamente a quienes defienden nuestra democracia.