(Rodrigo Málaga)
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Redacción PERÚ21

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Juan José Padilla,ToreroAUTOR: Gonzalo Pajaresgpajares@peru21.com

Hace dos años recibió una brutal cornada que le hizo perder un ojo y casi le cuesta la vida. Pero, felizmente, Juan José Padilla pudo salir adelante y hoy, como un milagro, encabeza el escalafón taurino. Y así, en pleno momento de apogeo, llega a Lima para torear el domingo 10 de noviembre en Acho. Una cita obligada para la afición peruana… que no es poca. Entradas: Teleticket.

Dos años después de la cornada que sufriste en Zaragoza, ahora que estás en tu mejor momento profesional, ¿cómo recuerdas ese suceso?Con resiliencia: el 7 de octubre de 2011 supuso un antes y un después en el aprendizaje de cómo aceptar la vida, además de no cogerle rencor al toro.

Dices siempre que el sufrimiento es parte de la gloria. ¿Qué te impulsó para que volvieras a torear?El hombre estaba hundido, fueron meses de angustia y pena al verme al espejo, de no tener valor para aceptar las circunstancias que me tocaba vivir… era infernal. Pero el ciclón volvió a rugir de entre las tinieblas, y sabía que el toro salvaba al hombre. Además, no merecía sufrir la gente de mi alrededor, ni la sociedad que se movilizó y me apoyó: era la hora de devolver las muestras de cariño.

En esta temporada has sido el líder de los toreros…Es un sueño cumplido, podéis imaginar la situación: yo con solo alcanzar la meta de reaparecer estaba orgulloso, pero se me están presentando oportunidades impensables. Ahora estoy disfrutando de la parte amable y soñada del toreo, se me han abierto las puertas de las plazas más importantes del mundo. Hoy me ofrecen lo mejor, eso lo valoro mucho y tengo que defenderlo a muerte.

¿Qué recuerdas de tu participación en Acho en 2012?Principalmente, la emoción en la entrada a la Capilla, ya la había vivido acompañando a mi compadre, padrino de mi hijo Martín, cuando toreó con José Tomás y Perera. Es un lugar impresionante. Al público limeño lo veo con personalidad pues sabe diferenciar cuándo un toro colabora o no, sabe de la entrega de un torero, y nos da tiempo para consolidar nuestra actuación, esto me marcó mucho. Por otro lado, el marco de Acho, vuestra plaza, es inigualable. ¡Qué tesoro de arquitectura y qué bonita se ve la plaza desde el centro del ruedo!

Dicen que a Lima le faltan buenos toros. ¿Tienes también esa impresión? No la tengo. Quizás les haga falta más regularidad, pero cuando van a embestir son sensacionales. Además, las ganaderías son pequeñas y, lógicamente, salen menos toros. Pero también hay que tener en cuenta las rachas, que todos vivimos, tanto para bien como para mal.

Hay muchos toreros españoles viniendo al Perú, a torear en los pueblos y provincias. ¿Sientes que han encontrado un refugio a raíz de la crisis económica española?No cabe duda, vuestro país es una fuente de moral, de ilusión y de crecimiento fantástica para los compañeros que, desafortunadamente, no tienen dónde lucir sus vestidos de luces. Yo, en el primer año de mi alternativa –y ya voy a cumplir 20–, también vine a torear a Trujillo y a San Miguel de Cajamarca. Y he conocido también la feria de Chota en 2009, una afición que me acogió con gran cariño.

¿Cómo ves el panorama del mundo de los toros?Todos sabemos del momento difícil que atraviesa nuestra cultura taurina, pero no seamos pesimistas y no dejemos de seguir en la lucha y defendiéndonos de todos estos ataques. Confío en un cambio o, al menos, en una mayor estabilidad.

¿Se impondrán los antitaurinos?Se imponen, que no es lo mismo. Claro está el ruido y el daño que nos vienen haciendo, faltándonos el respeto, atentando contra la salud pública, defendiendo no saben qué, pues estoy seguro de que la mayoría no tiene ni idea del hábitat del animal, del cuidado del que gozan las reses bravas y, sobre todo, de las numerosas familias que viven gracias a nuestra cultura y fiesta.

¿Qué piensas de la censura a una imagen tuya en una exposición de fotografía en Barcelona?Que otra equivocación más de un político une fuertemente a la opinión pública, a los medios de comunicación y, también, a algunos políticos, porque todos no están en contra. Les agradezco muy profundamente a quienes me manifestaron su solidaridad. Hoy me tocó a mí, pero mañana podría ser otro compañero. En definitiva, el ataque es al mundo taurino.

¿Cómo resistir? ¿Cómo hacemos para que esta fiesta la puedan ver nuestros hijos?Con optimismo y trabajando por y para ella.

¿Qué le prometes a la afición para el próximo domingo?No puedo prometer nada, solo una confesión muy personal: no os podéis imaginar lo que supone para mi estar de nuevo ante la afición limeña. Mi intención es mejorar, perfeccionar y superar lo que hice en 2012. Ojalá Dios me ayude a conseguirlo.

AUTOFICHA

- Soy muy amigo de mis amigos, siempre los apoyo. Será que en ese terreno tenga mucho que ver mi San Martín de Porres (ríe), santo peruano de quien soy devoto.

- Estar al lado de mis amigos, sobre todo en las malas, no me cuesta nada y, felizmente, sobra tiempo para atender a mis pequeños y esposa.

- Paloma, mi hija, es una apasionada de la tauromaquia, me acompaña siempre a la plaza. Martín, mi hijo, es por ahora muy futbolero, va por otra línea deportiva.