Las parejas del mismo sexo existen, pero sus proyectos de vida en el Perú no tienen protección ni reconocimiento, lo que genera una serie de repercusiones injustas y discriminatorias en la vida cotidiana de las personas LGBTI.

El proyecto de ley de unión civil que ha presentado el congresista Cavero busca proteger el vínculo afectivo de parejas del mismo sexo y reconocer como parientes a quienes opten por esta figura.

Se trata de una institución que garantizará a las parejas del mismo sexo derechos patrimoniales, sucesorios, y que protegerá su unión en materia de seguridad social, así como sus decisiones de salud y de tutoría de sus hijos.

En el debate que se inicia sobre este proyecto, tanto organizaciones de la sociedad civil como parlamentarios deberíamos mirar con detenimiento la Encuesta Global LGBT+ Pride de Ipsos de 2021, según la cual en el Perú un 35% está de acuerdo con que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse legalmente, y un 33% está de acuerdo con que las parejas del mismo sexo deberían poder obtener algún tipo de reconocimiento legal, pero no el matrimonio.

Eso significa que hoy un 68% estaría a favor de un reconocimiento legal como el que brinda el proyecto de unión civil presentado. Es un apoyo significativo y a partir del cual se pueden generar consensos para avanzar en la protección de derechos allí donde hoy no existen derechos.

Como parte de una de las organizaciones de la sociedad civil que han participado en este proyecto, considero que la unión civil es necesaria y que ayudará en su día a día a muchas parejas a resolver los problemas que surgen como consecuencia de la discriminación y desprotección.

Si se aprueba, la convivencia con uniones de parejas del mismo sexo reconocidas ante la ley beneficiará el ejercicio de derechos de las personas LGBTI, y ayudará a cambiar las actitudes negativas que tiene nuestra sociedad hacia esta comunidad.

Esta relación positiva es respaldada por un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2020 que señala que los cambios legales a favor de personas LGBTI mejoran las actitudes hacia esta población. Por lo tanto, avanzar en leyes inclusivas permite avanzar en el reconocimiento y aceptación social, por lo que el proyecto presentado constituye un avance necesario dentro de la lucha por la igualdad ante la ley.