Aldo Mariátegui: ¿Plagio no es un animal?

Sinceramente, no creo que a Acuña le suceda nada con este plagio. Se victimizará –eso funciona maravillosamente en un país de llorones y quejumbrosos– y hasta esto podría levantarle ante el "electarado", como el cholito que está siendo "apanado" por el malvado establishment, que le rechaza por provinciano, exitoso y racista. No creo que un plagio en una cosa tan remota para muchos en el Perú como es una tesis doctoral vaya a impactar en una sociedad informal hasta el tuétano, donde la piratería a todo nivel impera abiertamente. Como tampoco en los jóvenes que no leen nada y, para muchos de los cuales, la palabra "plagio" significa un animal o, para los más ilustrados, un buen atajo para evadir muchos pesados trabajos intelectuales. A Acuña le han sacado peores cosas que un plagio y no le han hecho mayor mella. El Perú me ha vuelto tan cínico que hasta temo que, si Acuña queda fuera de carrera –cosa que dudo mucho, tampoco le veo los pantalones a Távara del JNE para hacerlo–, el vacío que deje sea llenado por otro nuevo aún peor que él.

Mención aparte merecen Anel Townsend y el pastor Lay, que fungieron ayer de guardaespaldas de Acuña. Es que son dos seres absolutamente indescriptibles, capaces de cualquier cosa por una cuota de poder y figuración. Ambos saben bien que están defendiendo lo indefendible, pero la ética es una brújula malograda que apunta hacia el sur en sus cabezas y su GPS moral les indica que el Polo Sur es el Ártico.

Favre se debe estar riendo, confiado en que no pasará nada y que, más bien, Acuña saldrá ganancioso de este trance. Favre es el ser que más conoce al "electarado" y sabe cómo manipularle. Si puso a algo como Ollanta de presidente…