Aldo Mariátegui: ¡Marchen por Venezuela, pues!

-"Cuando se cierran las puertas de la legalidad, se abren las de la violencia", solía decir Piérola (quien también genialmente sintetizó al Perú como "un país de desconcertadas gentes"). Bien ha señalado el izquierdista ex presidente uruguayo Mujica que Maduro "está loco como una cabra". Este no deja de tensar las cosas en Venezuela y está conduciendo a su país hacia una guerra civil al denegar el derecho a revocatoria que hasta Hugo Chávez respetó. A ver. ¿cuándo Verónika Mendoza, la CGTP y todos esos chiquillos rojicaviares que tanto gustan de marchar por cualquier cosa organizan una protesta callejera contra la autocracia venezolana?

-Si acudimos al DRAE, "serrano" significa: "Dícese de quien habita en una sierra o ha nacido en ella". Es tan solo un gentilicio ("Que denota relación con un lugar geográfico") más, tal como "costeño", "selvático", "llanero" o "montañés", por lo que en pleno siglo XXI ya no debería usarse ni percibirse como un insulto. Es más, quien queda como un ignorante completo es quien pretende usarlo como ofensa, porque simplemente está mencionando una referencia geográfica. Y queda como un acomplejado quien se moleste porque crea que le están insultando con ese término cuando más bien debería tener mucho orgullo –o indiferencia, como máximo– de pertenecer a esa zona geográfica. Que un gentilicio como "serranito", pronunciado ayer en tierno diminutivo y sin mala intención por Kina Malpartida en TV, levante tanta polvareda denota lo tontamente susceptibles e inmaduros que aún podemos ser. Ya varios latinoamericanos y españoles me habían dicho que les parecía rarísimo que aquí "serrano" sea un insulto cuando es una palabra cualquiera. Ya de una vez superemos esas rencillas ridículas entre nosotros.