Aldo Mariátegui: Malas juntas

-Leo que PPK acaba de firmar un acuerdo con las ONG rojicaviares de derechos humanos que me deja un mal sabor de boca. Mucha de esa gente se dedicó por años a buscar en la Comisión y la Corte de DD.HH. que nuestro país indemnice a terroristas y persiga judicialmente a los militares que les enfrentaron. Además, de paso, estos caviares se aseguran así empleos en el Estado bajo un hipotético gobierno de PPK, así como jugosas consultorías. No pues, PPK. No vendas tu alma por poder.

-¿Marcharán Verónika Mendoza, Indira Huilca y Marisa Glave por Oliver Sánchez (8 años), el niño venezolano que acaba de morir por una curable meningitis y que se volvió allá todo un símbolo de cómo ha colapsado el sistema de salud local por las políticas de izquierda que implementó su admirado Hugo Chávez, que dilapidó los miles de millones de dólares que ese país recibió por años cuando el barril de petróleo superaba los US$100?

-Algunos estimados colegas están perdiendo un poco la perspectiva, como Semana Económica, esa prestigiosa revista de negocios que hace poco ha lanzado un pomposo anatema ("dícese de la condena moral, prohibición o persecución que se hace de una persona o de una cosa que se considera perjudicial") contra un empresario metido ahora a político, exigiendo su repudio público como que si ellos fueran una –autonombrada, por cierto– consciencia moral del país (o, por lo menos, del empresariado). Consejo fraterno: a ubicarse, filósofos aficionados, que una sobredosis de caviar daña el hígado (y hasta espanta a su público lector). Dedíquense a lo suyo, que tan estupendamente hacen, no a imitar los sermones del profeta Jeremías para quedar bacán y "políticamente correctos" con sus amigos caviares.