Parece Niña pero no es

Al término de la primera quincena de julio, las temperaturas a lo largo de la costa norte y central han sido singularmente frías para la naturaleza de nuestros inviernos. De hecho, desde Piura a Lima se puede apreciar que los promedios diarios de las temperaturas nocturnas (mínimas) y diurnas (máximas) han sido los más bajos desde julio de 2013, cuando la costa peruana fue escenario de un episodio importante de La Niña costera.

No estamos y, según el Enfen, tampoco esperamos un nuevo episodio de La Niña costera. No obstante, las temperaturas del mar frente a la costa están más frías de lo habitual, por lo que la brisa marina y el viento costero están enfriándose más de la cuenta al contacto con el frío mar.

Este enfriamiento del mar es el resultado del arribo de una masa de aguas más frías de lo habitual que son producto de un fenómeno conocido como onda Kelvin fría. Es de suponer que el invierno agote las reservas de agua fría que aún le quedan a esta onda.

Lo curioso de este 2020 es que, estando tan fríos, aún tengamos tardes soleadas en Lima Este con frecuencia y en Lima Oeste como ayer, por ejemplo. Esto es producto de un débil anticiclón. Razón por la cual el enfriamiento de las aguas no avanza como podría a una Niña costera.