Rusia lanzó un misil balístico «experimental» de mediano alcance contra Ucrania, y no un misil intercontinental (ICBM), según confirmó un alto funcionario estadounidense en declaraciones enviadas a la AFP este jueves.
El funcionario precisó que el misil lanzado no constituye un punto de inflexión en el conflicto, a pesar de que podría estar siendo utilizado por Moscú para intimidar a Ucrania y sus aliados.
Esta aclaración refuerza las declaraciones de funcionarios estadounidenses y oficiales militares que desmintieron la acusación de Kiev, que había afirmado que Rusia había disparado un ICBM contra la ciudad de Dnipro durante un ataque nocturno. Si la afirmación ucraniana hubiera sido correcta, habría marcado el primer uso registrado de un misil intercontinental en un conflicto activo.
Los funcionarios de Estados Unidos indicaron que el proyectil lanzado por Rusia era un misil balístico de alcance intermedio, con un alcance inferior a los 5632.7 km, y que el Kremlin posee un suministro limitado de este tipo de armas.
En contraste, los misiles intercontinentales tienen un alcance superior a los 5471.8km y pueden llevar tanto cargas nucleares como no nucleares. Sin embargo, no se ha aclarado el motivo por el cual Rusia habría utilizado un misil de este tipo contra Ucrania.
Este suceso se produce en un contexto de creciente tensión, tras el uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance suministrados por Estados Unidos y Reino Unido para atacar territorio ruso. Esta acción fue posible luego de que Washington y sus aliados levantaran las restricciones previamente impuestas a Kiev, lo que Moscú había advertido que provocaría una respuesta significativa.
Además, en la misma jornada, el presidente ruso, Vladimir Putin, redujo el umbral para el uso de armas nucleares, un gesto que ha sido interpretado por los funcionarios occidentales como una muestra más de las amenazas rusas en el marco de un conflicto que ya supera los 1,000 días.
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