Se unieron a Francisco en la noche del sábado en el emblemático balneario, para una oración en la cual el pontífice apoyó a jóvenes manifestantes en busca de cambios.
En un encuentro con argentinos en Río, sumo pontífice dijo que es tal el culto que se ha hecho al dios dinero que se está excluyendo a los jóvenes y ancianos.
En medio de fuertes medidas de seguridad, el Sumo Pontífice se trasladó a Varginha, una empobrecida zona en el complejo de Manguinhos, donde miles de seguidores lo recibieron.