Descontando los votos blancos y viciados, Pedro Castillo fue elegido presidente de la República, en una segunda ronda electoral, con un 47% del respaldo del electorado. Una semana después de haber asumido el cargo, sin embargo, el mandatario tiene 39% de aprobación ciudadana, lo que implicaría que ha perdido poco más de un punto porcentual por día desde el 28 de julio.