/getHTML/media/1239666
Eduardo Pérez Rocha: "Que la Policía diga la verdad, Vladimir Cerrón se fue del país"
/getHTML/media/1239537
José Baella sobre caso Vladimir Cerrón: "Se debería investigar la contradicción de la Policía"
/getHTML/media/1239536
Fuad Khoury: "No es el momento para invertir en aviones de guerra"
/getHTML/media/1239269
Impulsared: el programa que promueve el desarrollo a través del emprendimiento
/getHTML/media/1239371
Romy Chang sobre 'Chibolín': "La caución asegura la permanencia de Elizabeth Peralta"
/getHTML/media/1239361
José Carlos Mejía, abogado de agente 'Culebra' habla sobre supuesto atentado: "Han sido dos extraños incidentes"
/getHTML/media/1239253
Dina Boluarte endeudará al Perú por S/ 7,500 millones para comprar 12 aviones de combate
/getHTML/media/1239252
Adrián Simons: "Tipificar terrorismo urbano no soluciona nada"
/getHTML/media/1239251
Todo lo que debes saber sobre el sorteo 'Escapada de Primavera'
/getHTML/media/1239126
Gobierno de Dina Boluarte sin rumbo ante criminalidad | La Voz del 21
/getHTML/media/1239123
Víctor García Toma: "El JNE debió anular la inscripción de A.N.T.A.U.R.O"
/getHTML/media/1239120
Mariano González: "Este gobierno-Dina Boluarte- representa más al crimen que a los peruanos"
/getHTML/media/1239127
Malena Morales de Alicorp y su compromiso con los emprendedores peruanos en Marcas y Mercados
/getHTML/media/1238304
Los mejores libros del siglo XXI según The New York Times | Biblioteca de Fuego
/getHTML/media/1238207
118 mujeres han sido víctimas de feminicidio en lo que va de 2024
PUBLICIDAD

Dio en adopción a su hija durante la Segunda Guerra Mundial y la encontró 80 años después

Cuando Gerda Cole tuvo su primera hija en 1942 no dudó ni un segundo en buscarle una mejor calidad de vida. La segunda guerra mundial había estallado y la cacería de judíos por parte de los nazis se acrecentaba en Europa.

Imagen
Fecha Actualización
Cuando Gerda Cole tuvo su primera hija en 1942 no dudó ni un segundo en buscarle una mejor calidad de vida. La segunda guerra mundial había estallado y la cacería de judíos por parte de los nazis se acrecentaba en Europa.
Gerda tan solo tenía 18 años cuando huyó a Inglaterra como parte del grupo de refugiados que viajaron desde Austria, perseguidos por los alemanes. Parece irónico, pero, estando en el Reino Unido entregó a la pequeña Sonya a una familia alemana, residente en ese país.
“Sentí que era justo para ella”, dijo la mujer, que ahora tiene 98 años. En ese entonces no podía permitirse el lujo de cuidar a un hijo por su cuenta. “Si hubiera estado en una mejor posición, lo habría intentado”, agregó durante una entrevista recogida por The Washington Post, desde su casa de reposo en Toronto, Canadá.
Ochenta años después de haberse separado, Gerda se reencontró con su primogénita Sonya Grist, de 79 años, que viajó desde Inglaterra a Canadá para reencontrarse con su madre y celebrar juntas su cumpleaños número 98.
Una inesperada coincidencia
Sonya no tenía planificado reencontrarse con su madre biológica. Nunca tuvo contacto con ella desde que se separaron y no sabía si aun estaba viva. Fue el hijo de esta mujer, Stephen Grist, quien descubrió que su abuela estaba viva y a miles de kilómetros de Inglaterra.
Stephen trataba de verificar sus raíces austriacas para obtener la ciudadanía europea, ya que estaba considerando dejar su país. “Lo estaba viendo desde una perspectiva muy transaccional”, dijo el hombre de 55 años.
“Pasaba una hora por noche recorriendo estas madrigueras de conejo y encontrando información notable en el camino”, dijo Grist, quien buscaba en varios portales genealógicos información sobre su ascendencia.
El hombre sabía los nombres de sus abuelos, quienes estaban inscritos en el certificado de nacimiento de su madre, junto con sus fechas aproximadas de nacimiento. Stephen también descubrió información sobre el padre de su madre Sonya, quien falleció en Inglaterra en 2001.
Pero intentaba buscar el certificado de defunción de Cole, sin embargo, no tuvo éxito.
De casualidad, Stephen encontró en Facebook a un familiar de Cole, quien se presentó como el hijastro de la mujer, de su tercer matrimonio. Le explicó que necesitaba una copia del certificado de defunción de Cole. El hijastro respondió: “No vas a encontrar su certificado de defunción, porque todavía está viva”.
Grist quedó sorprendido. “Nunca se nos había ocurrido que mi abuela todavía estaría viva”, dijo.
El hombre le dio la noticia a su madre, pero esperó unas dos semanas antes de encontrar el momento adecuado.
“Mi primera reacción fue que quería ir a verla”, dijo Sonya Grist, dijo al medio estadounidense. Estaba muy ansiosa por conocer a su madre biológica, pero no sabía si ella quería hacerlo.
El reencuentro
La reunión del tan esperando encuentro se dio para mayo, fecha en la que coincidía el día de las madres y el cumpleaños 98 de Cole.
El 6 de mayo, Sonya viajó de Londres a Toronto con su hijo. Al día siguiente fueron a encontrarse con Cole en Revera Kennedy Lodge Long Term Care Home, la casa de reposo donde se encuentra la anciana. El personal allí jugó un papel decisivo en la planificación de la reunión.
“Revera tuvo el honor de ser la anfitriona de la fiesta de cumpleaños número 98 de Gerda Cole y ser testigo de su hermoso reencuentro con su hija y su nieto. Fue una celebración conmovedora de la vida, el amor y el espíritu humano”, dijo Wendy Gilmour, vicepresidenta sénior de atención a largo plazo de Revera.
Cuando Sonya entró a la habitación estuvo temblando. “Se me hizo un nudo en el estómago”, dijo. “Fue un poco impactante”.
Pero cuando se abrazaron por primera vez en 80 años, “hubo un vínculo inmediato”, dijo. “Todavía no he bajado a la tierra”. Ambas pasaron el fin de semana juntas y hablaron de lo que había sido sus vidas en todo este tiempo.
“Cometí tantos errores y, sin embargo, ella me buscó y me encontró”, dijo Cole. “Fue increíble.”
Por su parte, Sonya comprendió “completamente por qué me abandonó”, dijo. “No guardo malicia, ni rencores, ni nada”.