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Rusia vs. Ucrania: Medio año de guerra

Parece lejano aquel 24 de febrero cuando, muy temprano, sonaron las alarmas de guerra en Ucrania. Por más que la tensión entre Moscú y Kiev ya llevaba varios años y la escalada se hacía insostenible en los últimos meses (decenas de miles de soldados rusos ya venían aguardando varios días en la frontera), no eran pocos los que consideraban que resultaba impensado una guerra a gran escala en Europa. Sin embargo, todo ocurrió como se temía. A la orden de Vladimir Putin, las tropas rusas invadieron Ucrania desde tres flancos distintos, a la vez que una lluvia de misiles caía sobre objetivos en todo el país invadido, incluida la capital, Kiev. La guerra había comenzado.

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Parece lejano aquel 24 de febrero cuando, muy temprano, sonaron las alarmas de guerra en Ucrania. Por más que la tensión entre Moscú y Kiev ya llevaba varios años y la escalada se hacía insostenible en los últimos meses (decenas de miles de soldados rusos ya venían aguardando varios días en la frontera), no eran pocos los que consideraban que resultaba impensado una guerra a gran escala en Europa. Sin embargo, todo ocurrió como se temía. A la orden de Vladimir Putin, las tropas rusas invadieron Ucrania desde tres flancos distintos, a la vez que una lluvia de misiles caía sobre objetivos en todo el país invadido, incluida la capital, Kiev. La guerra había comenzado.
Unos 57 soldados locales fallecieron durante el primer día del conflicto, otros 167 terminaron heridos. Seis meses después, la guerra entre Ucrania y Rusia continúa y las consecuencias son desastrosas. Millones de personas han transformado sus vidas.
Hablar sobre una guerra de seis meses conlleva calificar al suceso como una guerra de desgaste, tal como lo ha hecho el mismo secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg. A pesar de que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, salió esta semana a afirmar que la operación militar en Ucrania “va de acuerdo con lo planeado”, son varios los analistas que coinciden en que los invasores al entrar en Ucrania imaginaban una ofensiva relámpago y no un enfrentamiento tan largo. La resistencia de los locales, apoyada por Occidente, ha sido fundamental para este propósito. “Rusia se preparaba para una guerra relámpago, pero la situación cambió (...). Ahora es una guerra más de posiciones”, afirma Oleksandr Slyvchuk, analista político ucraniano del Centro de Diálogo Transatlántico a France24.
Según estimaciones, Rusia controla actualmente el 20% de Ucrania, la mayoría zonas del este y sur del país (incluidos toda la región de Luhansk, parte de Donetsk y el estratégico puerto de Mauripol). Moscú ha argumentado que su “lento” avance se debe a que han buscado evitar a la población civil, pero son varios los registros en video y fotos que demuestran a tropas rusas ensañándose contra los ciudadanos ucranianos. A comienzos de marzo, la ciudad de Irpin fue escenario de bombardeos rusos que dejaron duras imágenes de cuerpos de civiles en la carretera junto a maletas. Ellos intentaban huir de los ataques rusos. Otro ejemplo es lo ocurrido en Bucha, donde se encontraron evidencias de una matanza masiva de ciudadanos.
BAJAS Y CASTIGOS
Hasta el momento, ni Kiev ni Moscú han revelado sus bajas de manera oficial. Estimaciones del Pentágono indican que Rusia lleva 75 mil bajas entre muertos y heridos. En el caso de Ucrania, la estimación es más difícil, ya que se tendrían que contabilizar las pérdidas de civiles y militares. Esta semana, un alto mando militar ucraniano señaló que casi 9 mil soldados locales habían muerto, pero la cifra está lejos de la realidad si tenemos en cuenta que, tan solo en marzo, a pocos días de iniciado el conflicto, Kiev ya informaba de 1,351 muertos y 3,825 heridos.
Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha registrado más de 5,500 muertes de civiles en lo que va de la guerra, aunque siempre haciendo la salvedad de que la cifra podría ser mucho mayor.
De lo que sí hay un registro más certero es acerca de los refugiados. La agencia de la ONU para este asunto estima que una tercera parte de ucranianos ha huido de sus hogares. Es así como más de seis millones se han desplazado de una región a otra en el interior del país y otros seis millones han huido a otras partes del continente. Se trata del mayor y más rápido desplazamiento de seres humanos en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
SANCIONES Y AYUDA
Desde los primeros días de guerra, Estados Unidos y Europa han lanzado una serie de paquetes de sanciones contra sectores clave de la economía rusa y contra personalidades del entorno de Vladimir Putin. Pero la economía rusa parece haber resistido –hasta el momento– estos castigos. Por otro lado, las sanciones encarecieron el precio de la energía y dispararon la inflación en todo el mundo y muchos países, entre ellos Alemania, la mayor economía europea, están amenazados por la recesión.
Han sido varias las intervenciones de Zelenski en que pide a Occidente continuar sin pausa con la ayuda militar para así sostener a su país en la guerra. Incluso, no dudó en decir que, sin la ayuda estadounidense, Ucrania “habría caído en tres días” por el ataque ruso. El último miércoles 24 de agosto, día en que se conmemoró un aniversario más de la separación del país de la Unión Soviética en 1991 y que coincidió con el cumplimiento de seis meses de guerra, el mandatario aseguró que su país luchará “hasta el final” y no dará ningún tipo de “concesión” a los invasores. Aquel día, EE.UU. aprobó un nuevo paquete de ayuda militar valorado en casi 3,000 millones de dólares, el más grande concedido hasta ahora.
Como respuesta, Vladimir Putin ordenó un día después incrementar sus fuerzas militares con el fin de reponer las bajas y anticipándose a una larga lucha. De esta forma, unos 137 mil soldados se sumarán a las tropas, dejando la cifra total de miembros de las fuerzas armadas rusas en general en 2.04 millones, incluyendo 1.15 millones de soldados.
Otro tema de preocupación en Ucrania ha sido la ocupación rusa de la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. “(La ocupación) ha puesto a Ucrania y a todos los europeos a un paso de un desastre radiológico”, ha dicho Zelenski. La alerta también es compartida con Naciones Unidas. El organismo internacional ha pedido a Rusia su desmilitarización inmediata.
Así han transcurrido seis meses de guerra, con un final que no se vislumbra por ningún lado. Moscú ha planteado hacerse con toda la región del Donbás y “desnazificar” Ucrania; por su parte, Kiev ha indicado que la guerra solo puede acabar si las tropas rusas salen de su territorio, incluido Crimea, la península anexionada por Rusia en 2014. En tanto, millones de vidas siguen en juego.
DATO
Los temores de un desastre similar al de Chernóbil han ido en aumento en Ucrania debido a los combates en torno a la planta de Zaporiyia, la cual está ocupada por los rusos. Ucrania y Rusia se han acusado mutuamente de bombardear el sitio.
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