/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229170
Percy Medina por nueva Mesa Directiva: "Tenemos que estar vigilantes"
/getHTML/media/1229169
Carlos Basombrío: "La lista que salga será más de lo mismo"
/getHTML/media/1228869
Iván Arenas: "Hay riesgos si APP asume Mesa Directiva"
PUBLICIDAD

Sectas, tortura, canibalismo e incesto: La verdadera y macabra historia de la mujer que inspiró a ‘La Huérfana’

Imagen
Fecha Actualización
La Huérfana’ es una película de terror producida por Leonardo DiCaprio y protagonizada por Vera Farmiga (actriz de El conjuro). Esta cinta estrenada en 2009 contaba la historia de un matrimonio que decide adoptar a una niña de ocho años llamada Esther. Tras varios macabros episodios, se descubre que Esther no era una menor de edad sino una mujer de 33 años con trastornos mentales y que padecía de una enfermedad llamada hipopituitarismo, que la hacía lucir como una “eterna” niña pequeña.
Sin embargo, la realidad siempre termina superando a la ficción, pues esta historia fue inspirada en un caso de la vida real ocurrido apenas unos años atrás, en el 2007 en República Checa. A continuación, conoce a fondo todos los detalles de este caso.
Barbora Skrlová, rasgos psicopáticos y apariencia de niña
Barbora Skrlová nació en República Checa y también sufría se hipopituitarismo, lo que le permitía verse como una niña de 13 años. Casi nada se sabe de sus padres, solo que ella fue encerrada en un centro psiquiátrico porque tenía rasgos psicopáticos.
Barbora se dio cuenta de la enfermedad que la afectaba y no dudó en usarla a su favor, haciéndose pasar por una niña y engañando a todos los que la adoptaban.
Como los psicópatas, la mujer sabía cómo obligar a la gente para que hicieran lo que ella quería. Esto ocurrió con las hermanas Klara y Katherina Mauerová.
Imagen
Adoptada por hermanas en Praga
Klara y Katherina Mauerová, también oriundas República Checa, sufrían de episodios esquizofrénicos, aunque intentaban llevar una vida normal. Klara conoció a Barbora mientras estudiaba en la universidad. Se hicieron amigas y la “niña” le aseguró que había escapado de un centro de menores por los malos tratos y que no tenía dónde ir, por lo que Klara decidió llevarla a su casa en Kurim, a 200 km al suroeste de Praga.
Klara Mauerová acababa de separarse del padre de sus dos hijos, de 8 y 10 años, y le había pedido a su hermana Katherina irse a vivir con ella.
Con la llegada de la nueva integrante de la familia todo empeoró. Según consigna el diario inglés Daily Mail, Barbora comenzó a sentir celos por la atención que recibían los niños y los inculpaba de cualquier desastre que ella hacía.
Imagen
Juntas en una secta
Barbora logró convencer a Klara y Katherina para que se unan a la secta religiosa 'El Movimiento Grial’ a la que ella pertenecía. Esta era liderada por un ser conocido como ‘El Doctor’, quien se comunicaba con sus fieles por mensaje de texto y abogaba por el canibalismo, la promiscuidad sexual y el incesto.
Las hermanas Mauerová aseguraban que sufrían de alucinaciones iguales a las de Juana de Arco y que estaban a la espera de una misión “divina”, lo que facilitó el trabajo de Barbora y fue el primer eslabón de una cadena de abusos infernales a los que expusieron a las criaturas.
Klara mandó a construir una jaula de hierro para el sótano y ahí encerró a sus hijos completamente desnudos. Según relató uno de los hijos en juicio, Klara, su tía y Barbora comenzaron a abusar de ellos y torturarlos, dejándolos vivir y dormir sobre sus excrementos, prácticamente sin comer, los quemaban con cigarrillos, los golpeaban, los obligaban a bañarse en agua helada y hasta cortaron trozos de su piel para comérsela.
Cuando los niños estaban a punto de morir de hambre, Skrlová -quien estaba obsesionada con Hansel y Gretel- convenció a las hermanas de engordarlos para luego comerlos.
Una falla en el plan
Como necesitaban saber qué hacían los niños mientras ellas no estaban presentes, Barbora compró un equipo de vigilancia usado para bebés recién nacidos y lo instaló. Sus vecinos compraron la misma tecnología para su bebé y cuando intentaron usarla captó por error la señal de la casa de las Mauerová. Impactados ante semejante escena dieron de inmediato aviso a las autoridades.
Al entrar al sótano encontraron a los dos niños desnudos al interior de la jaula y una niña lloraba para pedir ayuda. Era Barbora planeando salirse con la suya, quien dijo a la policía que su nombre era Anika y que había sido adoptada por Klara.
Los oficiales arrestaron a las mujeres y se llevaron a los niños a un hospital, donde uno de ellos falleció. En tanto, ‘Anika’ escapó y desapareció.
Durante el juicio, las mujeres reconocieron sus crímenes, pero aseguraron que fueron manipuladas por Barbora, quien también fue acusada por el niño que sobrevivió.
Imagen
Empezar de nuevo
Tras escapar de República Checa, Barbora viajó hasta Noruega, donde se hizo pasar por un adolescente de 14 años. Engordó varios kilos, se cortó el pelo y se hizo llamar Adam.
Nuevamente encontró a una familia que se hizo cargo de ella, pero está vez fueron sus peculiaridades en la escuela lo que la delataron. Cuando los profesores intentaron contactar a las autoridades para averiguar más de su caso, Adam volvió a desaparecer; pero la Policía Checa había enviado una orden de captura internacional contra Barbora, por lo que su imagen estaba en todas partes.
A los días fue apresada en el norte de Noruega y llevada de vuelta a su país, hasta donde llegó abrazando un oso de peluche.
Klara, la madre de los dos menores enjaulados, fue condenada por sus crímenes a 12 años de prisión, Katherina a 10 años y Barbora a cinco años por ser autora intelectual de los hechos. Sklorvá apeló en 2011 y quedó en libertad, hoy no se sabe nada de ella.
VIDEO RECOMENDADO




TAGS RELACIONADOS