Este domingo, millones de venezolanos irán a las urnas con la esperanza de que Venezuela tenga un cambio de gobierno por primera vez en 25 años. El chavismo, que llegó al poder en 1999 de la mano del carismático Hugo Chávez, se ha enquistado en todos los organismos públicos, y ha perjudicado la renovación política.
No obstante, la crisis iniciada durante el gobierno de Hugo Chávez se agudizó cuando asumió el cargo Nicolás Maduro, quien entonces fungía como vicepresidente. Durante los once años que lleva el chavista en el poder, Venezuela ha experimentado dramáticos cambios que han afectado no solo a los venezolanos, sino a la mayoría de países sudamericanos.
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1. Migración más grande que Siria y Ucrania
De acuerdo a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), 7.7 millones de venezolanos han abandonado su país. Esta cifra equivale a más del 22% de los 34 millones de venezolanos proyectados por el censo realizado en 2011.
La tasa de migración venezolana es más grande que la de países azotados durante años por guerras civiles o guerras externas, como Siria (5 millones) y Ucrania (6.5 millones), respectivamente.
La migración masiva de venezolanos ha tenido como destino principalmente países sudamericanos como Colombia, Perú, Ecuador y Chile. En los dos primeros se reportan más de un millón de ciudadanos venezolanos en cada uno. Esta movilización ha resultado contraria a la costumbre histórica latinoamericana, ya que Venezuela fue durante décadas un país próspero gracias a las grandes reservas de petróleo que posee. Esto generó que migrantes de América y Europa se trasladen al país caribeño en busca de mejores oportunidades.
Existe un consenso entre expertos que consideran que la principal cuasa de la masiva migración de venezolanos se debe a la grave crisis económica que azota el país petrolero. Esta se caracterizó durante muchos años por posicionar a Venezuela como el país con la inflación más alta del mundo. Asimismo, también hubo desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad.
No obstante, el dictador Nicolás Maduro ha acusado constantemente a Estados Unidos por ser el causante de la grave crisis que vive su país y de la migración de sus connacionales.
2. Primer país de América Latina investigado por crímenes de lesa humanidad
El régimen de Nicolás Maduro también ha logrado que Venezuela se convierta en el primer país de América Latina en ser investigado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de lesa humanidad. El 2 de noviembre de 2021, el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, anunció la apertura de una investigación contra Venezuela por la comisión de presuntos crímenes contra la humanidad, en el marco de la represión contra las manifestaciones durante 2017.
En 2020, la CPI aseguró en 2020 que existía "bases razonables" para creer que funcionarios y militares de Venezuela llevaron a cabo ejecuciones extrajudiciales, así como desapariciones forzosas, detenciones arbitrarias y torturas contra opositores durante las protestas contra el gobierno en 2017.
Asimismo, en 2019, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU formó una misión internacional para investigar las denuncias de violaciones de DD. HH. cometidos desde 2014 en Venezuela.
De acuerdo a la ONG Foro Pena, hasta julio de este año había 301 presos políticos en Venezuela, incluidos 93 detenidos que no han sido condenados, pero que llevan más de tres años bajo prisión preventiva. Además, la misma ONG reporta que al menos seis opositores han sido obligados a abandonar su país para ser liberados, lo cual es considerado como una pena de exilio, que está prohibida por la legislación internacional de derechos humanos.
3. Nuevo modelo económico: "dolarización de facto"
La grave crisis económica que vive Venezuela ha llevado a que el bolívar, moneda oficial, pierda valor absoluto. En 2013 la economía inició un desplome que la llevó a perder el 75% de su PBI para el año 2021.
Si bien la crisis se desató cuando asumió Maduro, las causas fueron implementadas durante el populista gobierno de Hugo Chávez, quien en 2003 inició un proceso de expropiaciones y controles de cambio y precios. Cerca de 1,440 empresas fueron afectadas por las expropiaciones del gobierno socialista, de acuerdo a Conindustria.
Sin embargo, las consecuencias de estas políticas no eran visibles gracias a los altos precios del petróleo a nivel internacional, lo que permitía que el gobierno cuente con ingresos para subsidios y planes sociales. Sin embargo, en 2014 inicia la caída del precio del petróleo y Maduro recurre al endeudamiento y al despilfarro de las reservas internacionales para mantener el modelo populista implementado por Chávez. No obstante, la situación empeoró.
La inflación alcanzó 180% en 2015, marcando el récord como la más alta del mundo en ese momento; en 2017 inicia un periodo de hiperinflación que llegó a su punto más alto en 2018, cuando alcanzó 130,000%, de acuerdo al Banco Central de Venezuela.
Los controles de precios por parte del gobierno, en su intento de controlar la inflación, agravaron el desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos de primera necesidad. De acuerdo a un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello de Carácas, la pobreza en Venezuela pasó de 48% en 2014 a 91% en 2018.
Fue entonces cuando el gobierno socialista decidió iniciar reformas silenciosas para liberalizar parcialmente la economía, como suspendiendo el control de precios y cambio, eliminando subsidios a la gasolina y permitiendo una dolarización no oficial. Asimismo, también se inició un diálogo con el sector privado para que algunas empresas expropiadas sean devueltas a sus legítimos dueños.
Estas medidas sanearon en parte la economía, ya que se redujo la inflación y se logró resolver los problemas de desabastecimiento; Sin embargo, los altos precios mantienen inalcanzables los productos para quienes no cuentan con acceso al dólar.
No obstante, el gobierno venezolano culpa constantemente a las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos contra empresas vinculados a los dirigentes chavistas de la crisis que vive el país petrolero.
4. Caída en la producción petrolera
Cuando Hugo Chávez obtiene la victoria en las elecciones de 1998, la producción de petróleo en Venezuela era de 3,1 millones de barriles al día, según datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
14 años después, cuando falleció Chávez en marzo de 2013, la producción venezolana se ubicaba en 2,3 millones de barriles diarios; es decir, 25% menos que cuando el militar inició su gobierno.
Desde entonces, durante el régimen de Maduro, la producción petrolera ha ido en picada, alcanzando su mínimo en junio de 2020, cuando se produjo 336,000 barriles diarios. Este nivel de producción es igual al que tuvo en 1940.
La caída de la producción está relacionada, en primer lugar, con el impacto por la pandemia de Covid-19 que afectó la economía global, así como las sanciones petroleras impuestas por el gobierno de Donald Trump en 2019, después de que Maduro tomara juramento para un segundo periodo presidencial en unas elecciones fraudulentas.
No obstante, antes de la sanciones, la producción petrolera ya se encontraba reducida a la mitad durante el gobierno de Maduro. En 2013 la producción era de 2,3 millones de barriles de petróleo diarios, mientras que en 2018 apenas alcanzó a 1,1 millones, antes de las sanciones.
En abril de este año, la producción de petróleo se ubicó en 878,000 barriles diarios, una cifra considera sumamente baja para el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo.
Con información de BBC.
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