En la década de 1980, Pablo Escobar concretó la importación ilegal de cuatro hipopótamos con el objetivo de exhibirlos en un zoológico privado en su Hacienda Nápoles. Desde entonces, la población de estos mamíferos ha aumentado de manera notable.
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Con la muerte de Escobar, la regulación de la reproducción de los hipopótamos se volvió caótica. Actualmente, se estima que alrededor de 169 hipopótamos habitan la zona del río Magdalena, especialmente en las cercanías de la antigua hacienda. Este crecimiento descontrolado presenta diversos retos tanto para el medio ambiente como para las comunidades locales, que ahora deben enfrentar las consecuencias de la presencia de esta especie no nativa. Así lo revela un reportaje de Noticias Caracol.
¿Por qué representan un problema?
Las cifras de hipopótamos en Colombia podrían seguir creciendo, dado que el país ofrece condiciones climáticas ideales para su rápida reproducción. Esto contrasta con África, donde la sequía es un problema. Además, la falta de depredadores naturales y la disponibilidad de alimento facilitan su adaptación al entorno, lo que representa un desafío para el ecosistema local.
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“Aquí hay tres objetivos claves. Primero, la salvaguarda de los ecosistemas colombianos; segundo, el control de la población de los hipopótamos, y, tercero, que las medidas que implementos tengan un componente ético. Entre estas medidas claves está, por una parte, la translocación, esto es exportar los hipopótamos, y, por otra, la esterilización quirúrgica. Hay una tercera medida que es el confinamiento, pero hoy no vemos condiciones en Colombia para aplicar el confinamiento seguro y la cuarta es la eutanasia”, detalló la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad.
“Al país le cuesta $40 millones de pesos realizar una esterilización; por lo tanto, es un proceso complejo... Debemos aclarar que esta no es la única estrategia ni sería suficiente, no podríamos controlar la población solamente con el tema de la esterilización”, agregó Muhamad.
Uno de los once hipopótamos que hay en el establecimiento nada en una de las 12 lagunas de la hacienda Napoles, en el municipio de Puerto Triunfo, departamento de Antioquia, Colombia, el 18 de agosto de 2004. (Foto: AFP)
En respuesta a este problema, desde 2023 se ha considerado la opción de esterilizar a los hipopótamos. Sin embargo, este procedimiento conlleva costos elevados, requiere la participación de múltiples especialistas y presenta riesgos tanto para los animales como para el equipo médico involucrado.
El Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional ha apoyado la implementación de la esterilización quirúrgica, considerándola una de las estrategias aprobadas en el plan de manejo para controlar la reproducción de la especie.
Sin embargo, algunos defienden la opción de una caza controlada para reducir el número de hipopótamos en el país, mientras que organizaciones defensoras de los derechos de los animales abogan por alternativas integrales que reconozcan a estos mamíferos como seres sensibles en lugar de meros invasores.
Actualmente, se están realizando más investigaciones para determinar las soluciones más efectivas y humanitarias que permitan controlar esta población y mitigar el impacto tanto ambiental como social en la región.
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