Kim Yo-jong, la implacable mujer que podría ser la nueva lideresa de Corea del Norte

Pese a que el Gobierno surcoreano aseguró hoy que no ha detectado alguna “actividad inusual” en Corea del Norte y ha quitado peso a los rumores de una supuesta operación al corazón del líder Kim Jong-un, que lo habría dejado en estado grave, la noticia de su estado de salud sigue causando diversas especulaciones, sobre todo porque ninguna fuente oficial norcoreana se ha manifestado al respecto.

Entre los comentarios que toman fuerza están los referidos a quién podría suceder a Kim Jong-un y muchos han señalado a su hermana: Kim Yo-jong.

Las conjeturas surgen porque la noticia del estado de salud de Kim se dio a conocer días después de que el pasado 11 de abril el propio líder presidiera una reunión del buró político del Partido de los Trabajadores. En ese encuentro Kim nombró a su hermana, Kim Yo-jong, miembro suplente de este órgano, que funciona como brazo ejecutivo de la formación oficialista norcoreana.

Además, Kim Yo-jong es quien figura en la línea sucesoria del líder supremo de Corea del Norte en caso de que este muera e integra el círculo chico de sus asesores más cercanos.

Recién apareció públicamente en 2010, cuando fue fotografiada en una fiesta y, al año siguiente, ya era una presencia habitual en el séquito de su padre Kim Jong-il.

Al igual que su familia, poco se sabe de la vida privada de Kim Yo-jong. Ni siquiera su fecha de nacimiento. Según el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, la joven nació el 26 de setiembre de 1989 en Pyongyang. Sin embargo, el servicio de inteligencia de Corea del Sur asegura que en realidad nació en 1987. Se cree que Kim Yo-jong es cuatro años menor que su hermano (de 36 años).

Entre la poca información que se tiene sobre su vida, se sabe que la joven, tal como sus hermanos mayores, asistió a la escuela en Berna, Suiza y pasó los primeros cursos de aprendizaje en la escuela Liebefeld-Steinhölzli. Allí vivió en un modesto apartamento, disfrutó de sus clases de ballet y adoptó el alias de Pak Mi Hyang. Entre el año 2000 o 2001 regresó a Corea del Norte y se graduó en informática, en la Universidad Kim Il-sung, en Pyongyang.

Algunos periódicos surcoreanos y japoneses aseguran que Kim Yo-jong está casada con un funcionario, hijo del importante empresario Choe Ryong Hae, y que tienen al menos un hijo. Otro informe afirma que en su juventud se enamoró de un guardaespaldas. Por el contrario, otros documentos aseguran que está soltera y sin hijos, aunque ha sido vista con un anillo en el dedo anular que podría ser de matrimonio. Su vida es todo un misterio.

Según Kenji Fujimoto, el chef japonés que trabajó para la familia Kim durante varios años hasta que escapó en 2001, el fallecido líder Kim Jong-il adoraba a su hija menor. La llamaba “dulce Yo-jong” o “princesa Yo-jong”. La joven siempre estuvo interesada en la política y en 2002 su padre dijo con orgullo a los periodistas extranjeros que su hija quería realizar una carrera basada en el sistema político de Corea del Norte. “Es ingeniosa y con buenas habilidades de liderazgo”, aseguró entonces.

Se cree que su tía, Kim Kyong-hui, sirvió como modelo a seguir en su carrera política. Ambas desempeñaron el mismo papel de apoyo para sus hermanos, Kim Jong-il y Kim Jong-un, y ambas ocupan un cargo central en el país.

Lo cierto es que actualmente Kim Yo-jong es definida como “implacable” y es ella quien ha diagramado cuidadosamente durante años la dura y autoritaria imagen de su hermano en todo el planeta.

Su carrera política comenzó en 2014, cuando fue designada vicedirectora del departamento de Propaganda y Agitación del Partido de los Trabajadores, cargo por el cual fue condenada por los Estados Unidos por “abuso de los derechos humanos” y censura para ocultar “las conductas inhumanas y opresivas”.

La mujer se ganó la confianza del partido luego de su participación estelar en los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, cuando se convirtió en la primera integrante de la familia que cruzó la frontera después de 50 años, haciendo que el mundo la conociera un poco más.

Los líderes internacionales la conocen como la reina de las relaciones públicas de Pyongyang, y es que se ha convertido en la maestra de la imagen. Su estrategia: dar una visión más amable del país en el exterior y suavizar el discurso del líder norcoreano, aunque el mensaje acabe siendo el mismo.

De acuerdo a los especialistas, ella estuvo también detrás del proceso de diálogo entre Seúl, Washington y Pyongyang.

En los últimos meses su imagen pública también creció. Fue luego de que insultara a Corea del Sur, al que llamó “un perro asustado que ladra”, por las quejas de Seúl respecto a un ejercicio militar cerca de la frontera. También saltó a la palestra al elogiar al presidente estadounidense Donald Trump, quien le había enviado una carta a su hermano.

Desde hace un tiempo se ha convertido en la vocera del líder norcoreano y representante ante el mundo. Nadie accede al dictador norcoreano como ella. Es tal su confianza que Yo-jong fue quien acompañó a Kim a sus dos cumbres con Trump. Pero, tras ello, se le recomendó que mantuviera un perfil bajo, y durante un año la hermana del líder norcoreano estuvo apartada del politburó.

Si bien nunca estuvo salpicada en cuestiones internas relacionadas con purgas y desapariciones, sabe todo sobre ellas y hasta aconseja a su hermano.

Pese a todo ello, según algunos entendidos, aunque quisiera, Kim Yo Jong no podría gobernar a su país. Lim Jae-cheon, una experta en la familia Kim de la Universidad de Corea en Seúl, señaló que, por la fuerte tradición confucionista de Corea del Norte, es improbable que algún día se convierta en líder del país comunista por ser mujer. Sin embargo, también señala que puede gobernar de forma indirecta porque se ha convertido en la mano derecha de su hermano y ejerce una gran influencia sobre él.