Una mujer española, víctima de violencia de género, señaló que vive con temor constante ante los ataques de su expareja, quien ha logrado evitar el ingreso en prisión tras cambiar de género en el Registro Civil y registrarse como mujer.
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La víctima, en declaraciones a la agencia EFE, expresó su desesperación por la falta de protección. "Nadie sabe el miedo que se pasa", afirmó.
Su expareja y padre de sus dos hijos fue condenado a 15 meses de prisión por quebrantamiento de condena y amenazas, sentencia que aún no ha cumplido tras solicitar un indulto al Gobierno. Sin embargo, la última agresión ocurrió hace poco más de un mes.
“Cuando llegué de trabajar, estaba en el portal, y cuando abrí la puerta comenzó con bofetadas, luego me dio un puñetazo en el brazo”, relató la víctima. Aunque ambos viven separados por unos 18 kilómetros, él continúa apareciendo en su casa para intentar agredirla.
Lo más alarmante para la víctima es que su agresor, ahora registrado legalmente como mujer, intentó usar este cambio para impedir que la policía lo detuviera. “Decía que no se le podía tocar porque era mujer”, añadió.
El abogado de la víctima, José Antonio Sires, explicó que la mujer rompió la relación hace cinco años, después de soportar una década de maltratos físicos y psicológicos.
El hombre ya había estado recluido en prisión por agredir a otra expareja
Las autoridades le otorgaron varias órdenes de protección desde 2014, que su agresor violó en numerosas ocasiones, lo que resultó en su condena a 15 meses de prisión en 2019. Además, había cumplido previamente 18 meses en la cárcel por violencia hacia otra pareja.
El 11 de septiembre de 2023, un juzgado ordenó su ingreso inmediato en prisión tras hacerse firme la condena, pero el agresor lo esquivó temporalmente mediante la solicitud de indulto. Antes de recibir la sentencia, cambió legalmente de sexo en el Registro Civil, lo que complicó el caso.
Debido a este cambio, cuando la víctima denunció la última agresión, el Juzgado de Violencia de Género se inhibió, trasladando el caso a un juzgado ordinario al considerar que ya no tenía competencia. En el nuevo juzgado, la causa avanza con lentitud, y no se ha adoptado ninguna medida para proteger a la víctima.
Según la ley trans en España, las agresiones denunciadas antes de un cambio de sexo se juzgan como violencia de género. Sin embargo, si la agresión ocurre después, se trata como un caso de violencia doméstica.
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, afirmó que se perseguirán los fraudes de ley en los que se utilice el cambio de sexo para evitar condenas por violencia de género, aunque aseguró que estos casos representan un "porcentaje ínfimo". A pesar de ello, la víctima se siente desamparada.