¿Por qué Turquía se opone al ingreso de Finlandia y Suecia a la OTAN?

Finlandia y Suecia han confirmado sus solicitudes de adhesión a la OTAN con la entrega de la carta oficial al jefe de la alianza militar, Jens Stoltenberg, en Bruselas. Ahora, es la OTAN quien debe convocar a su órgano ejecutivo, el Consejo del Atlántico, para aceptar las negociaciones de entrada. Aunque el resto de países han aprobado esta decisión, Turquía se opone firmemente.

El presidente Erdogan comenta que ambos países parecen apoyar organizaciones terroristas, al ser laxos en el momento de sentenciar prisioneros.

El mandatario turco ha denunciado en varias ocasiones las reiteradas negativas de los países nórdicos de extraditar a miembros del Partido de los Trabajadores Kurdos, considerado por Ankara como una “organización terrorista”.

“Suecia es un centro de incubación de organizaciones terroristas. En su Parlamento hay diputados que defienden a los terroristas. A quienes acogen a terroristas no les diremos ‘sí’ cuando quieren unirse a la OTAN”, insistió el Erdogan.

El PKK, nacido en 1978, es una organización política armada considerada terrorista por Turquía y gran parte de la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea. En cambio, la Union Europea no clasifició de la misma manera a las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), milicias kurdas sirias apoyadas por Estados Unidos y otros países, mientras que Turquía las considera de igual manera debido a la cercana relación entre ambas milicias.

El PKKl luchó por la independencia kurda contra el Estado turco en 1984, pero desde 2013 dejó los aspectos marciales para concentrarse en la descentralización para mejorar los derechos de los kurdos.

Otra razón por la que Turquía se opone a la adhesión es debido a que ambos países sancionaron a Turquía en distintas ocasiones. Ambos cancelaron en 2019 la venta de armas por la operación militar turca en la vecina Siria. La negativa de Turquía por la adhesión llevaría a que el proceso de ingreso tarde más de lo debido.

Turquía solo aceptaría el ingreso si ambos países dejan de asociarse con los mencionados grupos militantes.

“Tiene que haber una garantía de seguridad de que su apoyo al terrorismo ha terminado, así como de la abolición de las limitaciones a nuestras exportaciones”, señaló Mevlut Cavusoglu. Aparte pidió que cesen las limitaciones hacia las licencias de la industria militar defensiva de Turquía.