La Casa Blanca emitió un comunicado oficial en el que responsabilizó directamente al mandatario Daniel Ortega, su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, y al partido sandinista por la violencia en Nicaragua que ha dejado más de 350 muertos. Además, señaló que el gobierno está detrás del actuar de “grupos parapoliciales que han brutalizado a su propio pueblo”.
Asimismo, el gobierno de Donald Trump exigió la celebración de “elecciones libres, justas y transparentes” por constituir la “única avenida hacia el restablecimiento de la democracia en Nicaragua”.
Cabe mencionar que es la primera vez que EE.UU. responsabiliza nominal y directamente a Ortega por las decenas de muertes en Nicaragua.
MEDIACIÓN DE LA ONU
En una entrevista otorgada a CNN, Ortega señaló que se encuentra dispuesto a reanudar el diálogo con grupos opositores para dar solución a la crisis política y social en el país y, para ello, pidió que la ONU y la Iglesia participen como mediadores. Además, explicó que se contactó con el secretario general de la organización, António Guterres.
Ante ello, la ONU informó que analiza la posibilidad de participar en dicho diálogo y ver la mejor forma de ayudar en la crisis.
Por otro lado, Ortega negó la participación de paramilitares en las protestas y expresó que son en realidad “policías voluntarios”. Asimismo, aseveró que la cifra de muertos es 195, un número mucho menor al que informó la CIDH la semana pasada: 295.