Unos 150 niños buscan ingresar a Estados Unidos todos los días por la frontera con México. (Internet)
Unos 150 niños buscan ingresar a Estados Unidos todos los días por la frontera con México. (Internet)

Redacción PERÚ21

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Una ola sin precedentes de niños, sin compañía de un adulto, que buscan ingresar de manera ilegal a los desbordó a las autoridades en la zona de frontera con y conminó a una reunión especial entre los mandatarios de cuatro países para tratar de solucionar el tema.

Al menos 57,525 menores de edad fueron interceptados desde octubre del año pasado hasta la fecha, tras emigrar clandestinamente en busca de sus familiares o huyendo de la violencia en sus países.

El gobierno prevé que la cifra podría aumentar a 90,000 antes de fines de setiembre, un fenómeno alarmante si se compara con los 39,000 niños registrados en 2013, 25,000 en 2012, y 16,000 en 2011. Para 2015 se espera la llegada de hasta 145,000 niños solos.

Hasta hace poco llegaban a un ritmo de 200 a 250 por día, dijo el 10 de julio el secretario de Seguridad Interior Jeh Johnson. Pero este lunes, la Casa Blanca señaló que las detenciones diarias de niños habían bajado a un promedio de 150 en el Valle de Río Grande, el sector más transitado por los inmigrantes.

La crisis conminó a una reunión el viernes entre el presidente y sus pares de Guatemala, Honduras y El Salvador en la Casa Blanca, en la que los centroamericanos pedirán cooperación para financiar proyectos de empleo y seguridad y así desalentar la migración ilegal.

EN TRÁNSITOLas autoridades de migraciones de EEUU reportaron que tienen la obligación de ubicar a los niños en albergues y garantizarles asesoramiento jurídico, cuidados médicos y psicológicos.

En estos centros permanecen durante 34 días en promedio. Luego, en un 85% de los casos, los niños son devueltos a un miembro de su familia ya presente en Estados Unidos a la espera de que su caso sea examinado por un tribunal.

Pero debido al reciente flujo sin precedentes, aproximadamente 2,000 niños se encuentran aún en centros de detención de la policía en las fronteras, superando el plazo establecido de 72 horas. Tres refugios de urgencia fueron abiertos por el departamento de Salud en las bases militares de Texas (San Antonio), Oklahoma (Lawton) y California (Oxnard).

Las tres cuartas partes de los inmigrantes ilegales llegan a Estados Unidos provenientes de tres pequeños países de América Central: Honduras, El Salvador y Guatemala.

La mayoría es interceptada en una zona específica de la frontera: el valle de Rio Grande en el sur de Texas, especialmente la ciudad de McAllen. "Esta población, en su mayoría, quiere ser interceptada. No buscan escapar de la policía", explicó Jeh Johnson.