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Los jóvenes de Francia son los más afectados económicamente por la pandemia, ¿por qué?
Un informe del Observatorio de la Desigualdad revela que el perfil más común de esta precariedad es del individuo de 30 años o más que vive con sus padres. ¿Qué más señala?
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Los jóvenes que no se han podido independizar, los que acababan los estudios o los que no habían cotizado suficiente antes de la llegada de la pandemia del COVID-19 serán los más perjudicados económicamente en Francia por la crisis del coronavirus, según el informe anual del Observatorio de la Desigualdad.
Francia tenía 5.3 millones de personas pobres en 2018, último año analizado, que sitúa el umbral de pobreza en aquellas personas que tienen la mitad del nivel de vida medio del país, según el segundo informe elaborado por varias entidades y presentado este jueves en París.
“El perfil más común de esta precariedad es del individuo de 30 años o más que vive con sus padres y que, o está en el paro o trabaja a tiempo parcial”, explicó en rueda de prensa la directora de estudios del Observatorio de la Desigualdad, Anne Brunner, quien reconoció desconocer cuánto hará aumentar la pobreza esta crisis.
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El informe destaca que los más perjudicados son los jóvenes con trabajos precarios o a tiempo parcial. Una precariedad que no es generalizada, ya que a quien más afecta es a ellos.
“Si los mayores han sido los que han sufrido más esta pandemia en su salud, los jóvenes serán los que paguen la factura en forma de puestos de trabajo y salarios”, lamentó el presidente del Observatorio, Tristan Bouvier.
A esto se añaden las dificultades de formación e integración de las nuevas generaciones en un mercado laboral deprimido y donde las empresas tiene incertidumbre sobre su futuro.
Aunque para conocer el alcance real de la crisis, los expertos apuntan a que habrá que esperar al verano de 2021, cuando se prevé que parte de la población ya se haya vacunado.
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El informe refleja la ansiedad que padece este segmento generacional, para el que la situación económica ya se estaba deteriorando, incluso antes de esta crisis. Entre 2002 y 2018, la tasa de pobreza de los jóvenes franceses de 18 a 29 años ya había subido del 8 al 13 %.
Más allá de los jóvenes, los más vulnerables siguen siendo las personas menos cualificadas, que tienen cinco veces más posibilidades que las mejor formadas de caer por debajo del umbral de la pobreza, según reflejó la asociación Ayuda Católica en su informe de 2020.
A finales de octubre de 2020 ya se esperaban entre 800.000 y 900.000 desempleados adicionales. Y con el segundo confinamiento todavía en vigor, la pobreza podría aumentar en varios cientos de miles de personas.
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