Carnaval de Barranquilla cumple 156 años, pero este 2021 se celebrará a través de las pantallas

Las celebraciones de la tradicional Batalla de Flores, la Gran Parada o el Carnaval de la 44 se celebrarían como de costumbre el segundo fin de semana de febrero, también las actividades previas a la maratoniana jornada de cuatro días marcando el inicio de la temporada de precarnaval. Pero por las restricciones y medidas de seguridad correspondientes a la actual propagación de la COVID-19, el Carnaval de Barranquilla ha decidido mostrarse a través del mundo tecnológico.

Este año el espectáculo no tuvo Lectura de Bando, ni el Desfile de la Guacherna, ni Carnaval de los Niños y mucho menos coronación de la reina porque no hubo reina ni tampoco Rey Momo, aunque aún así la fiesta se mantiene efervescente.

Para los promotores del Carnaval, declarado en 2003 “Obra maestra del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad” por la Unesco, los artistas asumen la coyuntura actual para crear “nuevos espacios y experiencias, aprovechando la tecnología para vivir y disfrutar un carnaval diferente desde Barranquilla y desde cualquier parte del mundo”.

La organización del carnaval está a cargo de la empresa Carnaval S.A. Su directora, Carla Cecilia, explicó a la agencia EFE que este año “será un Carnaval para promover el bienestar, el cuidado, el respeto y la responsabilidad a través de varios actos culturales transmitidos por múltiples plataformas digitales”.

También señaló que todo el mundo disfrutará de las actividades carnavalescas gracias las transmisiones de la televisión local y al “streaming” por las páginas web de la festividad, así como por distintas aplicaciones.

La transmisión de la celebración contará con un especial del Festival de Orquestas, una puesta en escena de grupos folclóricos, y una presentación de danzas ancestrales que se grabaron en las instalaciones de un colegio de Barranquilla para continuar preservando la cultura y tradición del concurrido desfile.

El principal reto del actual festejo es la “no presencialidad”, pues la tradición convoca a multitudes que a través de la interacción física entre los actores y el público marcan la esencia de la celebración. Según Carlos Sojo, quien ha participado durante más de tres décadas como organizador de las fiestas, las pérdidas económicas para los músicos, bailarines y artistas también es un desafío muy grande para todos los participantes en general.

“Cada año, en los diferentes desfiles durante los cuatro días, participan más de 750 agrupaciones de bailarines, músicos y disfraces y este año para los actos que se transmitirán virtuales solamente estarán unos 130, algo que indudablemente impactará en la percepción de quienes viven y gozan el Carnaval”, dijo Sojo a EFE.

Las autoridades locales creen que el papel que tienen los artistas en la reactivación del sector creativo de la ciudad es importante pues el carnaval es un referente de la llamada economía naranja, y por esa razón la agenda se extenderá durante todo el año para permitir la participación de los diferentes grupos en conciertos, bailes y otras actividades virtuales.

La secretaria de Cultura de Barranquilla, María Teresa Fernández, explicó que la virtualidad apunta a resaltar los aspectos que hacen del carnaval un Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Por otro lado, una de las particularidades que llama la atención de los artistas es que todos incorporaron este año a su vestuario los tapabocas, que de forma creativa combinaron con los vistosos atuendos.

El año 1947, tras un accidente aéreo en el que fallecieron varios integrantes de la sociedad barranquillera, entre quienes se encontraba el futbolista Romelio Martínez, fue la única vez en que se suspendieron los actos oficiales, mas no los desfiles populares.

Por la pandemia de la COVID-19, el año 2021 es el primero en el cual se suspenden las actividades presenciales, en vivo y en directo del Carnaval que se celebra en Barranquilla desde 1865.

Cada año más de dos millones y medio de personas visitan el Carnaval de Barranquilla para disfrutar de los festejos, por ello, la interrupción de este año por la pandemia será un duro golpe financiero para la ciudad, pues el Carnaval del Caribe Colombiano mueve más de 300,000 millones de pesos (US$86 millones) que dejan los diferentes espectáculos masivos, según datos oficiales de EFE.