Brasil: Dilma Rousseff propone diálogo a los 'indignados'

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, propuso un gran pacto con autoridades de todo el país para mejorar los servicios públicos, y admitió que se precisan "formas más eficaces de combate a la corrupción", en su primer mensaje a la población tras históricas protestas en toda la nación.

"Voy a conversar con los jefes de otros poderes y voy a invitar a los gobiernos y a los alcaldes de las principales ciudades para un gran pacto en torno a la mejoría de los servicios públicos", dijo Rousseff en cadena de radio y televisión.

El pacto de cuatro puntos prevé: un plan nacional de movilidad urbana que privilegie el transporte público; destinar el 100% de los recursos de los royalties del petróleo para la educación (esto debe ser todavía aprobado por el Congreso); traer de inmediato a miles de médicos del exterior para ampliar el sistema de salud pública; y recibir a líderes de los manifestaciones pacíficas.

"Precisamos de su energía y creatividad (…) Precisamos oxigenar nuestro sistema político", dijo la mandataria, quien señaló su voluntad de contribuir a "una amplia reforma política".

Más de un millón de personas marcharon en 80 ciudades del país hoy para denunciar el gasto público en la Copa del Mundo y exigir más inversiones en salud, educación y transporte. Además, los manifestantes rechazaron la corrupción arraigada en la clase política brasileña.

"Precisamos formas más eficaces de combatir a la corrupción", indicó asimismo Rousseff, quien ha despedido de su gabinete a siete ministros acusados de irregularidades.

Las manifestaciones, en su mayoría, fueron pacíficas, pero en varias ciudades, como Brasilia y Rio, degeneraron en saqueos, actos de vandalismo y enfrentamientos con la Policía.

"Una pequeña minoría o puede manchar un movimiento pacífico y democrático", sostuvo la mandataria. "No podemos convivir con esta violencia que avergüenza a Brasil", añadió.