Mientras la administración Trump debatía las restricciones de viaje, miles ingresaron a EE.UU. desde China

[Reuters]. Al defender su estrategia contra el mortal coronavirus, el presidente Donald Trump señaló en repetidas ocasiones que disminuyó su propagación a Estados Unidos al prohibir a los viajeros de China el 31 de enero de este año.

“Los demócratas me criticaron cuando cerré el país a China muchas semanas antes de lo que casi todos recomendaban. Salvó muchas vidas", tuiteó, por ejemplo, el 2 de marzo.

Pero Reuters descubrió que la administración tardó un mes desde el momento en que se enteró del brote, a fines de diciembre, para imponer las restricciones iniciales de viaje en medio de luchas internas furiosas.

Durante ese tiempo, el personal del Consejo de Seguridad Nacional (NSC, por sus siglas en inglés), el departamento de estado y otras agencias federales discutieron, sobre todo, desde la mejor forma de detectar a los viajeros enfermos hasta el impacto económico de cualquier restricción, según dos funcionarios del gobierno familiarizados con las deliberaciones.

El personal de NSC finalmente propuso restricciones de viaje agresivas a los funcionarios de administración de alto nivel, pero el presidente tardó al menos una semana más en adoptarlas, señaló una de las fuentes.

En las reuniones, Matthew Pottinger, asesor adjunto de seguridad nacional y experto en China, se encontró con la oposición del secretario del Tesoro Steven Mnuchin y el director del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow, precisaron dos ex miembros del NSC y uno de los funcionarios del gobierno involucrados en las deliberaciones. Los dos principales asesores estaban preocupados por las consecuencias económicas de prohibir a los viajeros de China, dijeron las fuentes.

Cada día que la administración debatió las medidas de viaje, aproximadamente 14 mil viajeros llegaron a Estados Unidos desde China, según cifras citadas por la administración de Donald Trump. Entre ellos se encontraba un viajero que vino de Wuhan a Seattle a mediados de enero, que resultó ser el primer caso confirmado en Estados Unidos.

El 22 de enero, Donald Trump restó importancia a la amenaza que representaba el virus, y le dijo a CNBC desde el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, “lo tenemos totalmente bajo control”.

La batalla dentro de la Casa Blanca sobre si y cómo detener a los viajeros infectados de China duró nueve días más.

El 31 de enero, Donald Trump emitió una proclamación que prohíbe la entrada de ciudadanos no estadounidenses, además de la familia inmediata de ciudadanos y residentes permanentes, que habían viajado a China en las últimas dos semanas. Las restricciones se han ampliado desde entonces a muchos otros países.

No está claro cuándo se informó al presidente de la propuesta del NSC y de lo que provocó su decisión de actuar, pero la decisión siguió a la declaración de la Organización Mundial de la Salud el día anterior de que la epidemia era una "emergencia de salud pública de preocupación internacional".

Funcionarios de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dijeron a Reuters que contribuyeron a la decisión como parte de la nueva fuerza de trabajo sobre coronavirus convocada por la administración.

Un portavoz del Departamento del Tesoro dijo que Mnuchin "nunca se opuso a la decisión de restringir los vuelos desde China".

Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca, Judd P. Deere, dijo: “Cualquier sugerencia de que Larry Kudlow se opusiera a restringir los vuelos desde China para contener COVID-19 y proteger la salud del pueblo estadounidense es completamente falsa. Larry apoyó plenamente la audaz decisión del presidente ".

En un comunicado, el portavoz del NSC, John Ullyot, dijo que las primeras reuniones del consejo sobre el coronavirus involucraron una gran experiencia y una discusión sólida y fueron profesionales.

Hasta el 4 de abril, el coronavirus ha infectado a más de 300 mil personas en Estados Unidos y ha matado a más de 8 mil, según el balance del coronavirus de Reuters. El país tiene más casos que en cualquier otro lugar del mundo.

Las fuentes de esta historia, ex miembros del NSC, funcionarios de salud pública y otras personas involucradas o informadas sobre la respuesta de la administración, hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a comentar.