El pasado mes de enero nació un que llamó la atención de los medios brasileños por sus curiosas características, ya que pesaba mucho más que un bebé común. Llegando a medir casi 60 centímetros y pesando 7,3 kg, los médicos diagnosticaron al pequeño Angerson Santos con macrosomía fetal, un síntoma que se asigna a los pesos elevados al nacer.

Ha habido casos parecidos, pero no llegó a pasar el récord, que lo mantuvo un niño nacido en Italia en 1955 con 10 kilos. Aún así, es posible considerarlo un caso de macrosomía, ya que esa condición se considera desde los 4 kilos de peso. Afortunadamente, tanto el bebé como la madre salieron sanos y salvos del parto. Esto es importante saber, ya que generalmente, , tienden a surgir riesgos y complicaciones de salud desde los 4.5 kg.

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Según el profesor Adam Tyler, en, pueden surgir graves problemas de salud tanto para la madre como para el bebé. Para el bebé, un problema común es la distocia de hombros. Eso ocurre ya que, al ser un bebé grande, sus hombros quedan atrapados tras el hueso público de la madre. Si está atrapado no puede respirar. También está la probabilidad de que se la parta la clavícula por el esfuerzo al pasar por el canal del parto, también llegando a dañar los nervios que irrigan los brazos. Aunque es una probabilidad que se da en muchos bebés, en los bebés con macrosomía se eleva el porcentaje en un 25%.

En cuanto a las madres, pueden sufrir de desgarros y hemorragias vaginales por parir a un bebé gigante. Sin cuidado, las hemorragias posparto pueden llevar a la muerte de la madre. También al ser el parto más lento y largo, puede llevar a complicaciones como infecciones y hemorragias internas.

Puede haber diferentes factores para que una madre de a luz a un bebé gigante. Uno de ellos sería la diabetes gestacional, que ocurre en mujeres con mayor resistencia a la insulina. En ese caso, pasa una mayor cantidad de glucosa mediante el cordón umbilical, llevando a que el bebé crezca más rápido. También puede afectar si la madre tiene un peso alto, llevando a que se pasen más grasas al niño.

También afecta mucho la probabilidad de tener un bebé con macrosomía si los padres tienen los hijos en una avanzada edad. Al pasar los años, con en encarecimiento de la vida y más gente aplazando tener hijos, se ha notado un incremento de medio kilo más de media en los bebés nacidos a partir de los años 70.

Por último, si el parto ocurre tras 40 semanas de gestación, es más probable que ocurra un bebé gigante, pues seguirá creciendo dentro del vientre hasta que nazca.

Hay formas de descubrir si el bebé nacerá con macrosomía. Según Clínica Mayo, se puede medir en dos factores. Una, midiendo la altura del fondo uterino. Esto es la distancia que hay desde la parte superior del útero hasta el hueso púbico. Si es muy grande, podría indicar macrosomía. La otra forma es analizando la cantidad de líquido amniótico. Si es muy elevado, mayor probabilidades de que nazca el bebé con macrosomía.

Para evitar peligros, es recomendable que las madre no suban tanto de peso durante el embarazo, manteniendo actividad física y cuidando la dieta.

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