Había una vez una pequeña muy obediente que soñaba con ser actriz. En sus fantasías creaba mundos donde podía dejar de ser una niña buena “sin culpa ni hacer daño a nadie”. visualizó su futuro y lo hizo realidad.

En su adolescencia, Melania decidió estudiar Ciencias de la Comunicación, pero al mismo tiempo empezó a actuar. Tuvo la oportunidad de estar en la serie 'Cuchillo y Malú', dirigida por Aldo Salvini. “Era una producción muy adelantada para su época y no funcionó”, cuenta.

Su dedicación a las artes escénicas la alejó definitivamente de su carrera universitaria. Y aunque le costó hacerse un espacio en el mundo de la actuación, lo logró. “Fue difícil no solo hacerme un espacio en el ambiente para tener chamba, sino dentro de mí misma: el creer que sí podía, que tenía talento”. Sin embargo, hoy la artista vive un mundo de satisfacción laboral: “Mi chamba es placer. La disfruto de alma y con el corazón”.

Melania dejó huella en la memoria de sus seguidores al interpretar a ‘La chica dinamita’ en la cinta Django: la otra cara, pero ya había incursionado en el cine con Ciudad de M y Bala perdida. Más tarde fue parte del elenco de Mañana te cuento, Un día sin sexo y El premio.

Protagonizó Paloma de papel y Mariposa negra, por la que ganó dos galardones a mejor actriz en el Festival de Málaga de Cine Español y en el Biarritz International Festival of Latin American Cinema.

El teatro y la televisión también abrazaron su talento. En la pantalla chica protagonizó María de los Ángeles y La Perricholi. Y actúo en una docena de producciones más. Hoy es una de las actrices de la serie De vuelta al barrio, que acaba de cumplir 100 capítulos.

La actriz es madre de una adolescente de 13 años. Ser profesional y madre fue difícil, pero encontró el equilibrio. “Para ser una mejor madre es indispensable ser una persona plena, para eso tienes que desarrollar tu lado personal. No puedes postergarte a ti misma. A menos que tu vocación sea ser madre”.

Una de sus preocupaciones es el machismo del que ha sido víctima. “Me ha pasado caminar con mi hija y escuchar algo subido de tono en la calle... Simplemente porque (mi hija) es mujer está condenada a alguna vez recibir algún tipo de agresión. Eso me enfurece, pero ojalá (la sociedad) cambie”.

Pese a las dificultades, Melania reconoce que hoy vive la mejor etapa de su vida. Más aún porque acaba de recibir con los brazos abiertos sus cuatro décadas feliz, empoderada y agradecida.

Dato

“No posterguen sus sueños, luchen por ellos con amor y disciplina. Busquen ser feliz con amor y pasión”, dice Melania Urbina.

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