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Redacción PERÚ21

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Fabiana Sánchezfsanchez@peru21.com

Las tarjetas de crédito son una herramienta para salir de un apuro financiero, pero pueden ser peligrosas si no se utilizan con responsabilidad.

Para pagar los gastos realizados con su dinero plástico existen varias opciones, pero generalmente son dos las que más se usan: cuotas y la modalidad revolvente.

El director del área de Finanzas de la UPC, Manuel Chu, refiere que la opción revolvente podría generar intereses más altos difíciles de solventar.

"Si su línea crédito es de S/.10,000 y gasta S/.3,000, aún tiene S/.7,000 disponibles. Cuando pague lo que gastó, volverá a contar con los S/.10,000. Eso significa que es revolvente", explica.

Sin embargo, el problema se genera cuando llega el recibo y el usuario no dispone de dinero para pagar el 100% del consumo que hizo, y decide abonar solo una parte de la deuda.

"En el ejemplo anterior, si se cancela un porcentaje de los S/.3,000, en la siguiente factura le cobrarán intereses sobre la cantidad que le falta pagar y ese mismo esquema se repetirá hasta que cumpla con liquidar su obligación", refiere.

Al respecto, el analista en finanzas personales Juan Carlos Ocampo precisa que en el caso del consumo en cuotas, el usuario ya sabe cuánto pagará cada mes, pues hizo un estimado al momento de la compra.

"Si adquiere una cocina financiada a seis meses y le suma los cargos de comisiones, sabrá cuánto le toca abonar", dice.

UNA CUOTALos especialistas coincidieron en que el crédito revolvente solo es oportuno cuando el usuario está seguro de que tendrá el dinero para cubrir toda su deuda en una sola cuota.

"Si compro útiles escolares con tarjeta de crédito, debo estar en condiciones de cubrir todo el gasto a fin de mes", indica Ocampo.