Los accidentes de tránsito son usuales en el país. (El Comercio)
Los accidentes de tránsito son usuales en el país. (El Comercio)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

La informalidad del transporte en nuestro país no solo arrebata vidas en improvisados terminales. La dolorosa muerte de 17 personas se suma a una aterradora cifra de víctimas en un país donde las normas de tránsito son letra muerta, la infraestructura vial es precaria y la corrupción es el método para saltar la ley. El caos se paga con la muerte.

50+1 analizó la información sobre fatalidades en y los números merecen especial atención de los responsables en el Ejecutivo.
Según el Global Status Report on Road Safety 2018, elaborado por la Organización Mundial de la Salud, Perú ocupa el puesto 107 de 175 en víctimas por accidentes de tránsito a nivel mundial. En Sudamérica está en el puesto 15 (de 18 países evaluados). Estamos en la cola y lejos de los estándares mundiales.

Una mirada más local nos la da el último Censo de Comisarías del INEI, realizado en 2016. Este estudio de casos reportados indica que de cada 100 mil habitantes, 9 mueren en accidentes de tránsito.

Solo para tener una idea y compararlo con otra gran problemática del país, según el INEI, 7.7 de cada 100 mil habitantes mueren víctimas de homicidios. Es decir, más personas mueren en las pistas y carreteras que en manos de la violencia delincuencial y resulta que a esto último le tememos más.

Lima Región, por su parte, presenta una tasa aún más preocupante: de cada 100 mil habitantes, 25 mueren en accidentes vehiculares; 16.1 puntos por encima del promedio nacional. Pero la situación de Madre de Dios es bastante dramática. En esta región de la selva, 36 personas de cada 100 mil hallan la muerte en choques, volcaduras y atropellos. Una cifra exageradamente alta y que supera en 27.2 la tasa nacional. Los hacedores de políticas públicas y los ejecutores deben preguntarse qué sucede en Madre de Dios, cuáles son las condiciones de movilidad que arrebatan vidas y destruyen familias. Sobre todo porque esta tasa ha aumentado exageradamente en los últimos cinco años en 28 puntos.

Lima Metropolitana, es decir, los 43 distritos que ocupan la capital, presenta una tasa inferior, contrario a lo que la opinión pública podría percibir. En esta gran urbe, copada de un parque automotor que excede su infraestructura vial, 4 personas de cada 100 mil encuentran la muerte en sus hostiles calles y avenidas. Las víctimas en carreteras interprovinciales representan un número mayor.

En el mapa adjunto, se puede observar claramente que en las regiones del sur el peligro en sus carreteras es latente. Ica, Cusco, Puno, Arequipa, Moquegua y Apurímac superan con distancia la tasa nacional.

Estas cifras son conocidas, los diagnósticos y las soluciones al problema probablemente se encuentren en planes encarpetados o envueltos en una maraña burocrática y legal donde todos y nadie al mismo tiempo son responsables. Mientras tanto, más peruanos siguen muriendo.

CIFRAS

9 personas mueren en Perú en accidentes de pistas y carreteras por cada 100 mil habitantes.