No les importa nada. Recogen pasajeros en la vía y hasta en paraderos de transporte público, tal como ocurre cerca del Puente Atocongo.
No les importa nada. Recogen pasajeros en la vía y hasta en paraderos de transporte público, tal como ocurre cerca del Puente Atocongo.

El terminal de –en el que murieron carbonizadas 17 personas en un bus de la empresa Sajy– solo es la punta del iceberg de la informalidad que existe en el transporte interprovincial en la capital.

En el norte, centro y sur de Lima, existen cientos de locales y vías que se emplean como , los que se han convertido en un negocio redondo para las mafias.

Solo en la Urb. Fiori, en San Martín de Porres –donde ocurrió el fatal incendio–, las recaudan más de S/1’500,000 mensuales por la salida de buses y vans que se dirigen hacia distintos puntos del país.

Martín Ojeda, gerente general de los gremios de transporte interprovincial Cotrap y Apoip, afirmó que lay las autoridades encargadas de fiscalizar el saben de este ilícito negocio. Sin embargo, prefieren hacerse de la vista gorda.

“Operan desde hace más de 10 años ahí (Fiori). Cada bus que sale de estas cocheras o de la misma calle tiene que pagar entre S/300 y S/400 por el derecho de viajar. El total de salidas diarias es de 140 unidades”, aseguró.

Perú21 hizo un recorrido y comprobó que los buses han tomado avenidas, calles, así como paraderos de transporte público, como si fueran terminales.

Uno de ellos está en la carretera Panamericana Sur, a solo una cuadra del puente Atocongo. Los se estacionan y recogen pasajeros en paraderos prohibidos frente a policías, que nada hacen.

Por otro lado, en La Victoria, en la avenida Luna Pizarro y el jirón Antonio Raimondi, hallamos buses interprovinciales estacionados recogiendo pasajeros. Esto generaba congestión vehicular en la zona.

Mientras tanto, en , jaladores siguen llevando a los usuarios a terminales ilegales de las avenidas Marco Polo y Miguel Ángel, como si nada hubiese pasado.

Lino de la Barrera, experto en temas de , criticó que en los operativos de fiscalización no participen todas las autoridades competentes en el transporte.

“¿Dónde está Sunafil para que vea los temas laborales? ¿Dónde está la Sunat para los temas tributarios? Se está empujando a los servicios semiformales a que se vayan a las calles y ahí presten la misma actividad de transporte”, sostuvo a Perú21.