El consumo de pescado suele crecer significativamente en los días de Semana Santa.
El consumo de pescado suele crecer significativamente en los días de Semana Santa.

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

En Semana Santa, el pescado suele ser el protagonista de la mesa de los peruanos. En esta fecha el consumo aumenta significativamente, por lo cual es importante saber identificar si el producto está fresco y si se vende en condiciones óptimas para su consumo.

Si usted quiere tener la certeza de que está comprando un pescado fresco tenga en cuenta estas claves de la nutricionista D'Janira Paucar, especialista del Programa Nacional 'A Comer Pescado' del Ministerio de la Producción:

1. Un pescado fresco siempre tiene los ojos brillantes, transparentes y saltones.

2. La piel del pescado fresco también es brillante y viva.

3. El músculo o la carne del pescado fresco siempre está firme al tacto. Si al presionar vuelve a su sitio rápidamente, está fresco.

4. Las agallas o branquias del pescado fresco son de color rojo intenso. Si usted observa un color gris o amarillento, no lo compre.

5. El olor del pescado fresco siempre es agradable y fresco a mar. Si el pescado tiene mal olor tampoco lo compre.

6. En caso de que el pescado tenga escamas, estas deben ser brillantes y estar adheridas a la piel.

Paucar dijo además que para garantizar que el pescado que compramos esté fresco y mantenga su calidad nutricional debemos exigir que el puesto de venta del mercado cuente siempre con hielo en la mesa de exhibición.

"Tal como lo establece la normativa sanitaria vigente, el pescado fresco se debe comercializar siempre sobre una capa de hielo para mantenerlo a una temperatura cercana a los 0° C., de lo contrario se corre el riesgo de comprar un producto en proceso de descomposición", explicó.

Cómo conservarlo mejor

La nutricionista también aconsejó que el pescado sea la última compra que se realiza en el mercado. Se recomienda, comprar primero los abarrotes, seguido por las verduras y al finalizar el pescado u otras carnes.

Una vez que llegue a casa, si no lo va a preparar inmediatamente, el pescado se debe refrigerar y puede durar hasta dos días en la parte baja de la refrigeradora.

Si no usará el pescado ese mismo día ni tampoco el día siguiente, mejor es que lo congele inmediatamente para no afectar su inocuidad ni calidad nutricional.

Para congelarlo, asegúrese de que le hayan retirado las vísceras y escamas. Puede limpiarlo con un paño húmedo, pero sin exponerlo al agua directamente. Luego, córtelo en trozos o filetes y guarde las piezas en una bolsa de plástico transparente o en un recipiente que cierre herméticamente.

Tenga en cuenta que el tiempo máximo de congelación recomendado para los pescados azules, como el bonito, jurel o caballa, es un mes, mientras que para los pescados de carnes blancas hasta dos meses.

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