El panorama se vuelve aterrador, uno, dos, tres, cuatro, cinco heridos llegan cargados por sus compañeros, las heridas que veo son grandes, en el brazo, en la cara, en las piernas y en la cabeza. Uno, dos, tres, cuatro, cinco heridos más llegan a nuestro puesto de primeros auxilios, dejo de contar, los afectados llegan por todos lados. La radio que usamos para comunicarnos no deja de sonar: “¡Equipo 1, está evacuando a un paciente grave al hospital Almenara!”, “¡Aquí equipo 5 necesitamos una ambulancia urgente¡”, “¡Aquí equipo 3, tenemos un herido grave!”.