Familia denuncia que hospital de SJL entregó un taper con placenta en vez del cadáver de su hijo

Fecha Actualización

29/12/2020 - 12:11

Una familia denunció negligencia de los médicos del Hospital 10 de Canto Grande, en San Juan de Lurigancho. Maritza y Julio indicaron que su hijo murió porque doctores priorizaron realizarle a ella un descarte de coronavirus en lugar de tratar al recién nacido.

“Cometieron una negligencia porque mi bebé murió en el hospital. Priorizaron que me saque la prueba rápida del COVID-19, viendo el líquido del bebe que pedía sobrevivir. Podían haber sido más humanos y atenderlo. Pero prefirieron que me hiciera la prueba y ahí moría mi hijo”, declaró indignada Maritza a Exitosa Noticias.

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Asimismo denunció que no le entregaron el cadáver de su pequeño y en su lugar le dieron una placenta.

“Nadie sale a decir nada, no sabemos por qué no nos dan el cuerpo de nuestro hijo. Me dan esa placenta que ni siquiera es mía. Tengan un poco de compasión, sean humanos”, reclamó la señora entre lágrimas.

Sus declaraciones se dieron durante el velorio del niño. Según los padres, el ataúd del menor se encontraba vacío. Alrededor de la caja, colocaron ropa que iba a ser usada para el bebé, como abrigos y pequeños zapatos con adornos de animales.

Por su parte, el padre del menor, Julio, precisó que la placenta fue entregada en un taper.

“Es indignante, no es posible que me den un taper con una placenta. Me han entregado un cajón vacío, no hay nada en el cajón. está vació”, agregó.

HOSPITAL RESPONDE A DENUNCIA

Cerca a las 3 p.m., el Hospital 10 de Canto Grande emitió un pronunciamiento por la denuncia. En un comunicado precisaron que el viernes 7 de agosto, la paciente de iniciales M.T.H. ingresó con pérdida de líquido por lo que el equipo médico procedió a evaluarla “sin encontrarse latidos fetales”.

“Se procedió a realizar una cirugía para extraer al bebé nonato, en salvaguarda de la salud del paciente (...). Es preciso indicar que el cuerpo fue entregado al esposo de la paciente”.

Asimismo indicó que se ha abierto una investigación, en coordinación con Susalud, para “esclarecer y establecer las posibles responsabilidades relacionadas con la entrega del cuerpo del bebé a los padres de familia”.