El insomnio, el trastorno que se agudizó durante la pandemia

Explica que los factores individuales están ligados a la genética, a los hábitos personales y a las enfermedades previas. Los factores sociales, añade, están relacionados a horarios de trabajo, transporte público, expectativas sociales, disponibilidad de medios de entretenimiento, entre otros.

¿Considera que el confinamiento ha sido un factor determinante para este mal?, preguntamos. “Definitivamente, sí. Hay pronunciamientos de diferentes sociedades científicas del Sueño que hablan de las particularidades del sueño durante la pandemia”, responde el especialista.

La vorágine de la mortal pandemia viene dejando secuelas en la economía familiar, con gente que debe afrontar crisis inesperadas como el despido laboral intempestivo, deudas personales, pago de alquileres, de servicios (luz, agua, cable), de colegio, etc. ¿Ello puede influir en el insomnio?

“El despido inesperado es una situación con gran impacto en la salud mental de las personas. En este caso, el insomnio será un síntoma esperado de suceder. En estas situaciones se debe tener especial atención a la presentación de síntomas psiquiátricos mayores que impliquen un gran riesgo en la salud de los afectados”, subraya el neurólogo.

¿Hay una edad en la que se manifiesta este trastorno? “Los trastornos del sueño varían según la etapa de vida. En adultos jóvenes se puede hallar un síndrome de privación de sueño, caracterizado como la omisión voluntaria de horas de sueño. Al contrario, en adultos de la tercera edad, se aprecia con mayor frecuencia insomnio crónico o insomnio secundario a enfermedades concomitantes. Es también oportuno mencionar el aumento de otros trastornos del sueño como los trastornos respiratorios durante el sueño y los trastornos de movimientos durante el sueño”, remarca.