“Escuché un ruido espantoso", los minutos de terror que se vivieron por el derrumbe en la Costa Verde

“Estaba con mis audífonos, pero escuché un ruido espantoso. Segundos después vi una nube de polvo y grandes piedras que caían una sobre otra. Pensé que todo el acantilado se venía abajo y comencé a correr, mientras escuchaba el rechinado de las llantas de un carro que frenó en seco. Ese conductor se salvó de milagro”. Este es el testimonio de los momentos de terror que vivió Conrada, una comerciante que llegaba a trabajar a la playa Los Yuyos, en Barranco, donde ayer se produjo el deslizamiento de toneladas de rocas y tierra pese a que la zona estaba, supuestamente, protegida con geomallas.

El circuito de playas quedó bloqueado por varias horas. No hubo heridos. Al lugar llegó el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, quien sostuvo que “las geomallas solo sirven como contención. En los acantilados se debe hacer un trabajo de naturaleza profunda como es el desquinchado, además de unas andenerías”.

El burgomaestre cuestionó que hasta ahora el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) no haya entregado el estudio técnico de la Costa Verde que permita tomar acciones y determinar un presupuesto.

Además, hizo un llamado al Ejecutivo para que se transfiera dinero a fin de enfrentar los riesgos de derrumbes en la Costa Verde. “Con el poco presupuesto que tienen las municipalidades no vamos a poder lanzar un ataque frontal a la verdadera problemática”, dijo.

Por su parte, el viceministro de Vivienda y Urbanismo, David Ramos, señaló que “lo más importante es terminar el estudio –a cargo del Indeci– para determinar cuáles son los puntos críticos. Ya hay una primera identificación de 70 y se está viendo qué medidas futuras permanentes se tienen que realizar”.

En tanto, el ingeniero Luis Raygada, miembro del Comité Técnico de Estabilización de Suelos y Taludes del Ministerio de Vivienda, indicó que una alternativa es colocar anclajes pasivos permanentes.

“Este sistema es como colocar postes de acero de manera perpendicular dentro del mismo cerro para darle soporte. Es algo más costoso, pero a largo plazo conviene”, dijo el especialista.

Tras un derrumbe, ocurrido en agosto pasado en Magdalena, el Ejecutivo declaró en estado de emergencia los acantilados de la Costa Verde por 60 días. Luego la medida fue ampliada por el mismo periodo.